Estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) acordaron mantener el paro total e indefinido de actividades en 23 facultades e institutos –congregados en las áreas de la Salud; de Filosofía y Letras; y Ciudad Universitaria–, luego de una intensa jornada de protestas por toda la ciudad que movilizó a miles de alumnos.

Junto a los integrantes de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Los Carolinos olvidaron las rencillas del pasado histórico y se unieron a Los Fuas para demandar justicia por sus tres compañeros asesinados –más el chofer de Uber– en el municipio de Huejotzingo el fin de semana.

Incluso por la tarde, en una asamblea universitaria, integrada por 52 jóvenes de ambas instituciones educativas, realizaron una lista de peticiones para que el gobierno del estado garantice seguridad y proporcione condiciones básicas para la tranquilidad de los estudiantes.

Entre los puntos se destaca: el esclarecimiento de los asesinatos de Francisco Javier Tirado Márquez, Ximena Quijano Hernández y José Antonio Parada Cerpa, así como el ciudadano Josué Vital Castillo, conductor de Uber.

Además, solicitaron apertura para entablar un diálogo en el Complejo Cultural Universitario (CCU) de la BUAP con las autoridades estatales de las secretarías de Gobernación (Segob), de Seguridad Pública (SSP), de Salud, de Comunicaciones y Transportes, Fiscalía General del Estado, y hasta la presidenta municipal de Puebla.

Por la noche, un grupo menor de estudiantes acompañó a los rectores Alfonso Esparza, de la BUAP, y Emilio Baños, de la UPAEP, en la reunión con el gobernador Luis Miguel Barbosa en Casa Aguayo.


LA JORNADA

Desde antes de las 6 de la mañana, miles de jóvenes de la BUAP y UPAEP establecieron un paro de labores en diferentes centros educativos de la ciudad, para exigir justicia a los asesinatos de sus compañeros y la pronta atención a sus demandas para recuperar la tranquilidad en las calles. 

La jornada inició en la Facultad de Medicina de la BUAP, ubicada en la 31 Poniente y 13 Sur, donde una guardia nocturna impidió el acceso a los universitarios y colocó una ofrenda, con veladoras, flores blancas, fotografías de sus compañeros, batas manchadas de tinta roja, así como carteles con consignas.

“Hoy 26 de febrero, por democracia se acordó que el paro se va a mantener hasta tener un documento legal y firmado por las autoridades. Y como prueba de los compromisos, las facultades de Medicina, Fisioterapia y Enfermería se mantendrán en paro”, expresó una alumna.

Al movimiento se unieron las facultades de Derecho y Ciencias Sociales; Arquitectura; Contaduría Pública; Administración; Economía; Psicología; Filosofía y Letras; así como Comunicación y el Complejo Universitario, además de las unidades académicas de Atlixco y Tehuacán. 

A lo largo de la mañana, los estudiantes colocaron ofrendas, elaboraron carteles y prepararon demandas entonadas como: “¿Qué exigimos los estudiantes? ¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia!”, “Esta lucha la iniciaron los compañeros de la Facultad de Medicina y ahora la continuamos en Ciudad Universitaria”, “Exigimos seguridad al gobierno de Puebla”, “Los estudiantes tenemos más miedo que los delincuentes”, “¡Ya basta de asesinatos!”, las cuales se escucharon durante el día en los campus universitarios.

En la UPAEP, un contingente de 500 alumnos marchó desde su Campus Central hasta las inmediaciones de la Facultad de Medicina de la BUAP, donde se organizó un filtro de control para impedir que personas ajenas a las instituciones educativas ingresaran en las protestas y reuniones. 


 

Las protestas y el paro de actividades siguieron a lo largo del día en todos los campus universitarios, hasta las 18 horas, cuando la Asamblea Estudiantil se reunió en la Facultad de Medicina para presentar las peticiones al gobierno del estado.

 

Otras de las demandas fueron: garantizar alumbrado público en las calles, servicio de transporte público, video vigilancia, un sistema de denuncias y seguimiento, plazas de prácticas clínicas, servicio social e internado, servicio de patrullaje, definir políticas públicas adecuadas y tecnología en materia de seguridad.

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