La calificadora internacional Fitch Ratings ratificó la calidad crediticia del estado de Puebla con una puntuación de ‘AA-(mex)’ y una perspectiva estable, luego que se analizó el repago de la deuda y la cobertura de los servicios financieros en la entidad.
De acuerdo a la agencia, Puebla contribuyó a la economía nacional con 3.4% del valor agregado bruto y se ubicó como la octava entidad que mayor aportación realizó de las 32 entidades federativas.
Según el documento, publicado este lunes, Puebla el dinamismo de los ingresos operativos de Puebla ha sido más lento que el de la economía nacional, debido a la recepción estable de las transferencias federales.
Durante el período de análisis –de 2014 a 2018 – el estado recibió, en promedio, 97.4% de sus ingresos operativos por concepto de transferencias provenientes del Gobierno Federal, el cual tiene una calificación internacional ‘BBB’ y ‘AAA(mex)’ en escala nacional.
Asimismo, se establece que en Puebla la tasa impositiva del impuesto sobra la nómina (ISN) se redujo en 2019 a 2.5% desde 3.0%: “Si bien Puebla cuenta con una relevancia en términos poblacionales y de aportación a la economía nacional, está limitada por las condiciones socioeconómicas”, señala la agencia.
Incluso, Fitch Ratings señala que de acuerdo al último reporte del Conapo, el grado de marginación de Puebla es considerado como “alto” y es la quinta entidad con mayor marginación en el país.
En materia de sostenibilidad de los gastos, Fitch observó un control moderado en el gasto operativo de Puebla. No obstante, indicó que el gasto de capital absorbe 8.2% del gasto total y el gasto operativo 91.3%, lo cual evidencia una proporción alta de costos inflexibles y una capacidad baja para realizar inversión, lo que se refleja en una flexibilidad financiera limitada.
Por su parte, el Sistema de Alertas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, clasifica el endeudamiento de Puebla como sostenible, lo que le permitiría como techo de financiamiento neto, de acuerdo a la Ley de Disciplina Financiera (LDF) y el Sistema de Alertas, contratar hasta 15% de sus ingresos de libre disposición.
En 2018, la deuda neta ajustada totalizó 11 mil 544 millones de pesos, lo que representó una carga de deuda fiscal de 14.9%, con un perfil de amortización de largo plazo. El saldo incorporó una deuda directa por 5,291.2 millones de créditos bancarios de largo plazo, obligaciones financieras contraídas a través de bonos cupón cero y el monto restante corresponde a otras moras clasificadas por Fitch por concepto de tres proyectos de Asociación Público Privada (APP) y deuda indirecta contingente relacionada con el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP).
“Puebla tiene obligaciones de largo plazo que se pagan en una sola exhibición (BCC), lo que, en opinión de la agencia, no representa ningún riesgo, puesto que el principal se redime por el Gobierno Federal”, determinó Fitch Ratings.
Finalmente, la agencia determinó que Puebla presenta una posición de liquidez adecuada en el contexto nacional, que inclusive no requiere de líneas de crédito de corto plazo para atenuar presiones de liquidez.

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