A nadie debe sorprender la decisión tomada por la mayoría de los dueños de equipos de primera división al prácticamente liquidar para siempre la liga de ascenso.
En una decisión dividida que terminó 8-7 y donde las ‘marranadas ‘ no se hicieron esperar, se dejó sin trabajo a una buena cantidad de jugadores y de trabajadores que de manera directa o indirecta tiene su modo de subsistencia a través del fútbol de ascenso.
Si bien es cierto que la Liga de Plata pasaba por un pésimo momento, sobre todo en el aspecto económico pues por una u otra razón ya sólo quedaban 12 equipos, lo cual ya no era rentable para la mayoría de ellos, también es verdad que se debió de buscar un mecanismo para que además de arreglarles el tema económico, les pudiera seguir dando la competitividad que tanta falta le hace al desarrollo de nuestro fútbol.
No me imagino una liga sin ascenso-descenso. Qué motivación puede existir para equipos que por su presupuesto les será imposible aspirar al campeonato?

En caso de mantenerse en 18 equipos la liga, 10 de ellos no aspirarán a nada y la pregunta sería: A qué aficionado le interesará ir a ver un partido de un equipo (sea el que sea) que no aspire absolutamente a nada?
Otro aspecto que nadie ha mencionado, es el hecho de que al no haber competencia ni riesgo, los equipos invertirán mucho menos dinero y por ende, los salarios serán irrisorios comparado con lo que algunos jugadores perciben actualmente.
Los perjudicados no serán únicamente los que se quedaron sin trabajo en la Liga de Ascenso, sino también los que tienen actualmente un puesto en cualquier equipo de fútbol de la primera división.
Entiendo también, de alguna manera, que los dueños defiendan sus intereses lo mismo que las televisoras, pues ellos son los que al final ponen el dinero y la liga la manejan y controlan a su antojo con un títere como Enrique Bonilla a quien, a la ‘vejez viruela’, lo ponen de escudo para hacer su santa voluntad pasando por encima de quien sea, tal y como sucedió.
El mundo del fútbol, como lo hemos comentado, sufrirá muchísimos cambios de ahora en adelante, es decir, nada volverá a ser igual una vez que la pandemia pase y se vuelva a la actividad.
Se prevé una recuperación económica muy lenta y difícil y eso afectará también al fútbol que conocíamos, que no le quepa a usted duda.
Y no tardaremos en sentirlo, pues de antemano le aseguro que las televisoras (principal ingreso de los equipos) pagarán menos dinero por las transmisiones, los aficionados acudirán en mucho menor medida a los estadios y, en consecuencia, la derrama económica será mucho menor en todos los aspectos.
Obviamente los equipos tendrán menos recursos para pagar sueldos, por lo que quienes quieran seguir jugando, tendrán que aceptar las condiciones que los dueños impongan.
Y de esa manera se contará con menor nivel tanto en calidad como en espectáculo e interés.
Entre otras cosas, esto es lo que nos está y estará dejando la pandemia del Covid-19 que a algunos (a la mayoría) les está perjudicando de terrible manera, y como en todo, a otros les cayó como anillo al dedo.
Así es la vida, triste pero cierto.
Nosotros como siempre seguiremos en línea.
Hasta la próxima.

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *