Sin que se haya producido aún el pico de contagio del que ha hablado la Secretaría de Salud, el gobierno federal ya le puso fecha al fin de la emergencia.

Durante el fin de semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que ya se podía ver la “luz al final del túnel”.

En un video grabado el sábado en su oficina de Palacio Nacional, afirmó: “Ya vamos a empezar a salir de la etapa más crítica de la pandemia”.

Ayer, en la conferencia mañanera, insistió: “Ya falta poco (…) Yo creo que nada más va a ser este mes, ése es mi pronóstico”.

Desde hace casi tres semanas, el gobierno federal anunció que en cerca de mil municipios del país –en los que no ha habido contagios– las actividades se reiniciarán el 17 de mayo, mientras que en el resto de la República será el 1 de junio.

Por supuesto, López Obrador y sus funcionarios han insistido en que esto dependerá de que los mexicanos respeten las medidas recomendadas a nivel federal para evitar los contagios, como la sana distancia, la higiene y el permanecer en casa.

Sin embargo, pese a los repetidos señalamientos de que se está relajando el confinamiento –como sucedió con los festejos del Día del Niño en diferentes partes del país– se mantiene la intención de reemprender las actividades económicas y sociales. Entre ellas, las escolares. La Secretaría de Educación Pública propone que los niños vuelvan a clases el 1 de junio para terminar el año académico.

¿Será? ¿Habremos ya “domado” al coronavirus, como ha afirmado López Obrador? Ojalá, porque millones de mexicanos están desesperados por dejar la cuarentena. Porque les fastidia el encierro, pero, sobre todo, porque a la mayoría se le están acabando los recursos ante el frenazo de la economía.

Pero eso significaría que los mexicanos poseemos algún tipo de escudo protector ante el coronavirus, del que carecen en otros rumbos de la Tierra.

Mire los casos de Italia y España, dos de los países más afectados por la pandemia. Italianos y españoles conocieron sus primeros contagios de COVID-19 el 31 de enero pasado, importados de China. La primera muerte en Italia ocurrió el 21 de febrero; en España, se creyó primero que fue el 4 de marzo, pero después se supo de un hombre que murió el 13 de febrero de una neumonía atípica causada por el coronavirus.

Pues bien, esos dos países apenas comienzan a dar sus primeros pasos en el camino de la nueva normalidad, con medidas bien calendarizadas y normadas, tratando de evitar el riesgo de una segunda ola de la enfermedad.

A diferencia de Italia y España, que llevan ya tres meses de lidiar con el COVID-19, México registró su primer caso el 28 de febrero y su primer fallecimiento el 18 de marzo. Es decir, lleva un mes menos. Y aún no se produce el pico del contagio, estimado por las autoridades de salud para mañana 6 de mayo.

¿De verdad se va a decretar el inicio de la reapertura del país el próximo 17 de mayo, dentro de once días? Muchos de esos mil municipios, donde no ha habido casos de coronavirus, están en las zonas rurales que especialistas de la UNAM han definido como los de mayor riesgo ante un eventual contagio, por las condiciones de vida de su población y la escasa disponibilidad de infraestructura de salud.

Pero hay una diferencia más relevante cuando nos comparamos con Italia y España. Esos países han aplicado 29.7 y 28.6 pruebas de coronavirus por cada mil habitantes; México, sólo 0.4 pruebas. Italianos y españoles tienen una idea 70 veces más clara y precisa de dónde están sus contagios.

Ayer, el gobierno británico estableció indicadores para avanzar en el levantamiento de la cuarentena: tener camas de hospital para todos los eventuales enfermos, una caída sostenida en muertes y contagios, pruebas y equipos de protección personal disponibles para enfrentar una demanda futura y certeza de que no se provocará una segunda oleada.

¿Cómo le iría a México si se impusiera los mismos indicadores? ¿De verdad vamos a reabrir el país sin tener datos precisos a la mano, sin siquiera pedir el uso de cubrebocas ? ¿Esto es cosa de “pronóstico” o de tener información confiable y preparación adecuada?

 

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

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