En medio de irregularidades y señalamientos, la mayoría legislativa de la coalición Juntos Haremos Historia en el Congreso de Puebla aprobó la renuncia de Luz Herminia Camacho Rivera como titular del Órgano Interno de Control de este Poder, lo que dio pie a cuestionar el uso de recursos públicos por casi tres meses.
En sesión ordinaria, se puso a consideración de los 41 diputados locales la salida de Camacho Rivera, lo que generó dudas por la diferencia en las fechas de presentación, de recepción y de aprobación del documento oficial para validar su decisión.
El oficio, con fecha del 19 de marzo de 2020, fue sellado de recibido hasta el 1 de junio, y la notificación al Pleno fue hasta el 24 de junio, tres meses después del día en que se presentó esta petición para dejar el cargo, por lo que habría quedado acéfalo su lugar.
Trascendió que la salida de Herminia Camacho, a quien el diputado local Héctor Alonso Granados señaló de ser familiar del presidente del Congreso de Puebla, Gabriel Biestro Medinilla, se dio precisamente por roces entre ambos, además de que habría aceptado un trabajo en el gobierno federal.
La ex titular de este organismo únicamente explicó en su carta de renuncia lo siguiente: “Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la confianza, el apoyo y aprendizaje recibido durante mi permanencia, y en especial, la oportunidad de haber colaborado en este proyecto. Reitero mi más alta y distinguida consideración”.
Los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Javier Casique Zárate y Rocío García Olmedo, cuestionaron esta diferencia que deja en duda lo ocurrido durante este periodo con el manejo del dinero del Poder Legislativo, ya que esta dependencia del Legislativo se encarga de vigilar el ingreso, egreso y uso de los recursos públicos.
García Olmedo dijo que ha habido siete sesiones ordinarias desde las fechas que se marcan y había dudas del por qué después de tanto tiempo; mientras que Javier Casique reprochó la falta de transparencia y una posible omisión en el ejercicio público en estos meses.
Tras dos horas de discusión, con 28 votos a favor se avaló aceptar la renuncia de la servidora pública, a pesar de las peticiones para revisar las condiciones en las que se habría ido, sin que haya claridad de su proceder.