En octubre de 2021 la comunidad universitaria elegirá al rector número 28, para el cuatrienio 2021-2025, al concluir la administración de dos periodos de Alfonso Esparza Ortiz.

Facultad plasmada por el Congreso del estado que emitió el Decreto que otorga la Autonomía a la Universidad de Puebla en 1956, a iniciativa del gobernador Rafael Ávila Camacho.

Así, a partir de 1956 inicia el transitar de la Universidad Autónoma de Puebla, una vez que se publica en el Periódico Oficial del Estado la Ley Orgánica de la UAP, el 23 de noviembre de 1956.

Y cuyo hermano, Maximino Ávila Camacho, siendo titular del Ejecutivo, el 14 de abril de 1937 Constituyó Legalmente la Universidad de Puebla.

Lo que lleva a un recuento de 64 años de autonomía universitaria por la que caminado y gobernado 27 rectores en la máxima casa de estudios, quienes han sido electos por la comunidad universitaria.

Sí, por académicos, trabajadores, estudiantes. Todos ellos, y ellas, pertenecientes a la BUAP.

Hecho que ha sido atestiguado por 43 gobernadores del estado de Puebla.

De Rafael Ávila Camacho a José Antonio Gali Fayad.

Mandatarios del PRI y el PAN han acudido a la ceremonia de toma de posesión de 27 rectores.

Y en la gran mayoría de las sucesiones rectorales, el gobernador en turno ha optado por dejar que sean los maestros y estudiantes de la universidad quienes elijan a su rector.

Sobre todo, después de los hechos violentos, de sangre, muerte y destrucción que se dieron en la UAP, que llevó a la caída de dos gobernadores: Antonio Nava Castillo en 1966 y Rafael Moreno Valle en 1973.

Y el pasaje de 1987 cuando Mariano Piña Olaya operó la caída del rector Samuel Malpica Uribe –terminó en la cárcel y en 2013 fue asesinado–.

Hecho que llevó al segundo trienio del sexenio de Piña Olaya a tratar de restañar el derrumbe de la estructura universitaria, lo que finalmente no logró y salió repudiado y denostado por los universitarios.

 

GOBERNADOR NO PONE RECTOR, MUCHO MENOS LO IMPONE

La breve reseña lleva a la conclusión: “Gobernador no pone rector… mucho menos lo impone”.

La historia de 43 gobernadores así lo dice.

Y quienes osaron entrometerse en la vida de la UAP… fueron derrocados de Palacio de Gobierno, como fueron Nava Castillo y Moreno Valle.

Otros, como Mariano Piña Olaya fue repudiado y acosado los últimos tres años de su gestión.

Y Rafael Moreno Valle Rosas, que en 2013 intentó apoderarse de la BUAP e imponer rector… escuchó el consejo de su abuelo, el general Moreno Valle y decidió ya no meter las manos.

Y hoy, cuando el estado es mandatado por primera vez por la izquierda con Luis Miguel Barbosa Huerta, resulta que busca a toda acosta adueñarse de la BUAP e imponer rector el próximo año.

Para ello, a finales de 2019 inició la cacería universitaria con una auditoría externa, vía titular de la Auditoría Superior del Estado, a todas luces ilegal.

Al quedar al descubierto la trama gubernamental, optó porque el Congreso del estado nombrara un “auditor externo en la BUAP”, que llevó al pronunciamiento del Congreso de la Unión y del Consejo Universitario a “no permitir la violación de la autonomía universitaria”.

Con dos reveces consecutivos, Barbosa Huerta decide enfrentar públicamente al rector Alfonso Esparza y se va con el aparato del Estado en contra de su hija Luz Andrea Esparza Vergara, a través de la Fiscalía General del Estado.

Todo ello con el único fin de tomar por asalto al Edificio Corolino –sede rectoral– para imponer al rector número 28 de la BUAP.

Pero…

Olvida Luis Miguel Barbosa que “Gobernador no pone rector, mucho menos lo impone”.

Sólo es cuestión de que voltee y escudriñe la historia de los 60 y 70. 

Ahí encontrará respuesta a la intromisión gubernamental.

Cae el general Nava Castillo ante la movilización universitaria. Y a los cuatro meses de la dimisión, el presidente Adolfo López Mateos de gira en Puebla es recibido en la Universidad Autónoma de Puebla.

O bien, Luis Echeverría utiliza primero a Moreno Valle y al final lo deja solo y éste se ve obligado a solicitar permiso para dejar la gubernatura.

Recientemente, el presidente Andrés Manuel López Obrador intentó entrometerse en la vida de la UNAM… y los demonios se soltaron.

Por lo que optó dejar que la UNAM se mandate por su órgano de gobierno universitario.

Y Barbosa no ceja en su intento de apoderarse de la universidad.

Lo que llevó a una respuesta directa, concreta y contundente de Alfonso Esparza: “La elección del rector en 2021 será votada por universitarios”.

Debe quedar claro: “no vamos a aceptar injerencias ni presiones”.

Remató:

“Tomé la decisión de promover un amparo debido a la persecución y a los ataques que he recibido… todo tiene una clara intención, una clara determinación política para incidir en el proceso de elección de rector”.

¿Tendrá un consejero el gobernador que le exponga lo grave que sería un estallido estudiantil?

¿Si lo tuviese, lo escuchará?

¿Qué sigue, qué viene para la BUAP y su rector?

Nubarrones y tormentas se presagian en lo que resta del 2020 y para el 2021. 

Al tiempo.

 

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

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