La familia de Fernando Sánchez Hernández lleva dedicándose a la producción de fuegos artificiales por tres generaciones; sin embargo, por la suspensión de las fiestas religiosas a raíz de la pandemia, las pérdidas han sido de 100%, ya que han dejado de solicitar sus servicios.

En entrevista para 24 Horas Puebla, Sánchez Hernández nos relató que su oficio fue herencia de su abuelo a su padre y ahora le corresponde a él mantener viva esta labor artesanal, pero la emergencia sanitaria lo forzó a frenar sus actividades que de manera ininterrumpida venía realizando.

Originario de San Miguel Zacaola, en el municipio de Santo Tomás Hueyotlipan, donde actualmente vive, sin embargo, su trabajo en la pirotecnia ha sido solicitados en estados como Oaxaca, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz y Jalisco.

“Este es un trabajo de herencia, (…) con esto de la pandemia ya llevamos tres meses y contando, casi cuatro, sin laborar”, dijo.

A pesar de que intentó solventar los gastos para sus trabajadores en los primeros días de marzo, cuando se detectó el primer caso de coronavirus en Puebla, no le quedó otra alternativa que despedirlos y algunos decidieron dedicarse a la albañilería, otros a la carpintería y a la elaboración de pan.

“Tenemos que buscar la manera de solventar los gastos de nuestras familias, (…) no es lo mismo, pero ni modo, tenemos que buscarle y esperar a ver qué pasa más adelante”, declaró.

Dijo que antes de la emergencia sanitaria se dedicaba a presentar su trabajo en bodas, graduaciones, reuniones familiares y para los festejos de septiembre, pero ahora ve complicado que las festividades vuelvan a retomarse en este mes, pues los contagios van en aumento.

RESPETO A LA PÓLVORA

Cuestionado sobre los señalamientos de que los fuegos artificiales son peligrosos y pueden generan daño a terceros, don Fernando dijo que suele pasar, pero se debe a que quienes lo instalan no lo hacen de la manera correcta, por ello él y su equipo siempre se encargan de quemarlos y tomar medidas preventivas cuando piden su servicio.

“Hay que saber quién lo va a detonar; nosotros nos comprometemos a detonar, para que no haya ningún accidente porque hay personas que dicen: ‘yo sé’ pero se confían y por eso pasan los accidentes”, refirió.

Por el momento la familia Sánchez Hernández se dedica a la elaboración de cometas, sin embargo, sus ganancias no son las mismas, por ello esperan que todo vuelva a la normalidad para seguir animando las fiestas cada mes.

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