La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es una de las dependencias que ha contratado empresas “factureras”, las cuales emiten comprobantes fiscales que aparan las operaciones simuladas, inexistentes o bien ficticias; actitudes que van contra el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha iniciado una persecución legal en el país.
De acuerdxo con infor4mación de El País, entre 2013 y 2019, varias instancias del Ejército mexicano pagaron alrededor de 156 millones de dólares, es decir, 2.371 millones de pesos, a 250 compañías, mismas que posteriormente, fueron declaradas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como ‘fantasma’.
Pese a la gran cantidad y daño al erario, ningún titular de las direcciones que autorizaron éstas cvomprtas ampararon las facturas falsas salió sancionado por éstas actividades ilícitas.
Los recursos fueron desviados a través de 11.175 comprobantes de forma digital.
Dichas facturas amparan bienes y servicios contratados a nombre de la Defensa Nacional en múltiples instalaciones como campos, cuarteles y guarniciones en varias zonas a lo largo y ancho del país, el Heroico Colegio Militar, Museo Nacional de la Cartografía, un parque eólico en el Itsmo de Tehuantepec, cibne del Centro de Atención Social para Militares Retirados, Campo Militar 37-D en Santa Lucía en Estado de México, Escuela Militar de Sargentos, Dirección General de Administración y también, el ahora cancelado aeropuerto de Texcoco.
Según El País, la Sedena hizo uso de empresas fantasma enfocados en mejoras en carreteras, caminos rurales que conectan con sus cuarteles, obras de mantenimiento y adecuación de sus bases aéreas, prisiones, juzgados, centros de justicia, unidades habitacionales, cafeterúas, centros deportivos, estacionamientos, gimnasios, museos, centros de desarrollo infantil y 15 hospitales militares.
Algunos de estos recursos desviados fueron a centros médicos como el Hospital Militar de Zona de Ixtepec en Oaxaca, el Militar Regional de Puebla, el Hospital de Zona del Campo Militar 1 en Naucalpan en Estado de México, el Regional de Especialidades en Mérida, Yucatán, y finalmente, la Unidad Médica de Consulta Externa del Colegio Militar llegarían hasta los 115 millones de pesos, alrededor de siete millones de dólares.
Estos pagos de ‘insumos’ y ‘servicios clínicos’ que realizaron fueron justificados por una treintena de empresas fantasma desde 2013 hasta 2018.
Con justificación de ´prestación de servicios de obra civil, instalación de invernaderos y viajes para acarrerar grava en viveros como Perote en Veracruz, Ameca en Jalisco, Pueblo Viejo en Veracruz, El Sauz en Sinaloa, Sarabia en Guanajuato y Zimapan en Hidalgo existieron pagos de hasta 50 millones de pesos.
Otra de las áreas en las que fueron destinados 51.5 millones de pesos a empresas que ‘fungen’ como Dirección General de Comunicación Social.
Cabe resaltar que entre 2014 y 2015 fueron contratados los servicios de Adversiting and Digital Effects y Producciones Siehj para masajes, hidratación, suministro de playeras, medallas y la realización de eventos deportivos.
También, es éste registro hay cuatro facturas para la contratación de servicios de producción de una carrera de la Fuerza Aérea Mexicana, esto fue con el fin de una campaña conmemorativa, se unen otros dos comprobantes para la producción de la carrera ‘La gran fuerza de México’.
Ante todas estas pruebas que tras solicitarlas al SAT, El País pudo comprobarlas, intentaron obtener alguna respuesta al resopecto por parte de Sedena, sin embargo, no se logró.
Dentro de las miles de facturas, hay compras de materiales para construcción, uniformes, cortinas, botas, llantas, sábanas y losetas.
El año en donde se registró la mayor cantidad de recursos desviados a empresas fantasmas fue en 2013 con 619.4 millones de pesos, es decir, 48.5 millones de dólares al promedio según el tipo de cambio de aquel año.
La empresa que facturó la cantidad más elevada fue Construglobal en Chiapas, esto entre 2013 y 2014, ya que recibió 312.7 millones de pesos, traducido a 24.5 millones de dólares, argumentando que era por renta de diversa maquinaria para obras dentro de las unidad habitacional en Cintalapa, en aquel estado.
Luego del cambio de sexenio y las reformas legales que se tomaron como medida preventiva de la facturación fantasma, lo que provocó una disminución representativa en la defraudación fiscal.
Desde que inició el sexenio de AMLO, solo se ha registrado constancia de dos facturas en abril de 2019 por el monto de 1.1 millones de pesos cada una.
Los pagos por la Sedena se firmaron cinco meses previos a que se exhibiera en el SAT como empresa fantasma.
La constructora constituida en abril de 2002 en el estado de Tabasco, realizó el ‘suministro y colocación de material pétreo’ justo en la calle principal, misma que conecta con una unidad habitacional militar con el vivero forestal, el cual está ubicado en el campo n+umero 30-E en la localidad de Cárdenas, y es uno de los viveros que son parte del programa sembrando vida.
El empresario José Gabril Mendoza Murillo, es uno de lo socios fundadores de dicha firma y se dice amigo íntimo del gobernador del estado, Adán Augusto López Hernández.
Otras dos áreas en donde de facuró 260.5 millones de pesos es al Dirección TGeneral de Materiales de Guerra e Industria Militar, la cual fue para la fabricación de armamento.
En respuesta a la solicitud de información, órganos internos de la Sedena , aseguraron que entre 2013 y 2019, fechas donde se generaron las facturas falsas, los únicos integrantes sancionados fueron: El jefe de la fábrica de cartuchos, un jefe de grupo de ingeniería de la fábrica de cartuchos, jefe de sección de planeación de la jefatura de adquisiciones y un integrante de la sección de contratados, esto fue sin mencionar nombres.
Y en otra petición vía transparencia detalló que de acuerdo a sus registros 21 miembros de la Sedena han sido amonestados, tres fueron suspendidos por un mes y uno inhabilitado por tres meses.