A partir de la suma de esfuerzos, trabajo en equipo, confianza, y querer hacer algo para ayudar a México, es que surge Ihkiti, un proyecto que busca sensibilizar en torno a la importancia cultural, económica y social de los textiles artesanales, apoyando a las comunidades indígenas en la comercialización de sus obras.

Miguel Ángel Sosme Castro, líder del proyecto, dijo en entrevista a 24 HORAS que este proyecto busca reconocer el trabajo de las mujeres, su autoría y, sobre todo, darle un pago justo a su labor.

“En México existen muchos proyectos comerciales donde primero está la utilidad y esto a lo que lleva es al regateo de la mano de obra de las mujeres, a decir cuánto es lo menos y que es una práctica tristemente muy extendida en todo México, y tiene mucho que ver con el origen de las personas que crean este trabajo; por el hecho de que sean mujeres, por el hecho de que sean pobres y por el hecho de que sean indígenas, es decir hay una triple discriminación por género, por clase social y también por el origen étnico”, dijo.

Esta iniciativa que trabaja bajo un esquema de comercio ético, nació en 2019 con el proyecto de titulación de Daniela Martínez, una chica de 28 años que estudió Diseño y Comunicación visual en la UNAM y que actualmente está estudiando la maestría en Mercadotecnia y Publicidad en la Ibero…

Miguel Ángel Sosme Campos, quien en 2018 recibió el Premio Nacional de la Juventud por visibilizar el trabajo y las historias de tejedoras indígenas de la sierra de Zongolica, a través de un libro y un documental, también forma parte de esta propuesta, y subraya que además de la comercialización, Ihkiti busca hacer labor de formación de públicos.

De esta forma, sus seguidores en redes sociales podrán enterarse de dónde es que viene cada material, las técnicas con las que se hacen sus productos, datos sobre cada una de comunidades que intervienen en este proyecto, entre otros datos por medio de materiales audiovisuales o infografías.

De hecho, cada producto de Ihkiti viene con una una ficha técnica con la historia del artesano que elaboró la pieza para que no se pierda la voz y ni el rostro del autor.

A nivel operativo, Ihkiti está conformado por tres personas, Dani, Miguel e Itzel Prado Yera, también de 28 años y quien estudió Diseño y comunicación Visual en la Facultad de Artes y Diseño…

Además, con ellos han colaborado alrededor de 20 artesanos de distintos grupos y distintos estados como Michoacán, Chiapas, Veracruz, Puebla y Oaxaca.

Ambos comentan que la pandemia dio un duro golpe a los artesanos, pues al frenar el turismo y la actividad económica en general, esto los afectó de manera directa, sin embargo, para algunos esto también representó algo muy bueno, pues les permitió diversificar sus canales de comercialización y con ello aumentar exponencialmente sus ventas.

Algo que estos jóvenes comentaron es que su compromiso social viene realmente del corazón, pues además de absorber todo el pago del IVA para que los artesanos no tengan que pagar impuestos y con ello obtengan más ganancias.

También los asesoran en estos temas, pues muchos de ellos empezaron incluso sin tener una cuenta bancaria.

 

Frase:

“Toda una experiencia artesanal, aunque sea en este mundo virual”, Daniela Martínez, cofundadora de Ihkiti.

LEG

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