La presencia en Puebla de Marko Cortés, el dirigente del Partido Acción Nacional el viernes 15 deberá entenderse como el arranque del proceso interno de ese partido político más allá de 2021.

Hasta la semana previa el michoacano había confirmado su asistencia al segundo informe labores del presidente municipal de Atlixco, Guillermo Velázquez, acaso el único panista que ha evitado tensar sus relaciones políticas.

No será la única presencia la del dirigente nacional el viernes próximo en aquel municipio, porque también se tiene prevista la asistencia del ex gobernador Antonio Gali Fayad.

La aparición de ambos en la misma escena tendrá lecturas obligadas. Gali Fayad aparecerá en un momento en que su nombre, así como el de su hijo Tony Gali junior, han sido mencionados por irregularidades cometidas cuando el primero fue gobernador por un periodo de un año y ocho meses.

Los Gali, padre e hijo, no han dejado de hacer política. Los románticos del pasado reciente los ven como el factor que permitirá que el status quo que se fue con la llegada de la Cuarta Transformación, regrese como acto de prestidigitación en tiempos de alternancia política.

Y ocurre en el contexto de una guerra desatada entre panistas por la designación de candidatas o candidatos a la presidencia municipal de la capital, diputados plurinominales y el resto de los cargos en disputa.

Un total de 217 cargos de presidente municipal y 41 diputaciones, además de las candidaturas a legisladores federales son lo que estarán en disputa en el futuro inmediato.

La sola presencia de Cortés al lado de Gali en un informe de un presidente municipal echará por tierra la versión esparcida por el grupo de Eukid Castañón, sometido a tres procesos penales, de que se había negociado con el gobernador Miguel Barbosa y con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero para dejar que el morenovallismo se extinguiera.

También deja constancia de una condición de fragilidad política extrema de la presidenta del panismo poblano, Genoveva Huerta Villegas.

Confrontada con liderazgos como el de Humberto Aguilar Coronado, Ana Teresa Aranda y Eduardo Rivera, se ha quedado como convidada de piedra en un proceso de discusión partidaria en la que no tendrá la última palabra.

El agotamiento del liderazgo de Huerta Villegas en la toma de decisiones del panismo comenzó con la derrota que padeció en al estira y afloja en las designaciones de la Comisión Electoral Estatal (https://parabolica.mx/2020/columnas/parabolica/item/12750-pan-ya-definio), entendible sólo para iniciados.

El periodo de negociaciones comenzó y como se anticipó desde el 1 de octubre, en el proceso interno para la designación de candidaturas el PAN ya definió.

¿Lo sabrá Genoveva?

 

@FerMaldonadoMX

Parabolica.mx por Fernando Maldonado