En imágenes que pueden resultar insólitas, los comerciantes ambulantes encargaron a niños bajo el rayo del sol, apartar con botes, cartones, sillas y diablitos los espacios que hoy lucen vacíos porque el Ayuntamiento de Puebla les prohíbe vender por el Buen Fin.

De acuerdo a lo expresado por René Sánchez Galindo, secretario de Gobernación del 9 al 12 de noviembre los mil 800 ambulantes no tienen autorización de vender en vía pública para no afectar los ingresos del comercio establecido.

Los ambulantes podrán vender del viernes 13 en adelante, sin embargo, temen que la comuna les quite sus espacios y en respuesta niños en edad escolar son destinados a pasar muchas horas bajo el rayo del sol para cuidar el espacio apartado con botes, sillas y cajas.

El gobierno municipal de Puebla colocó vallas metálicas para proteger banquetas y evitar que ambulantes tomen los espacios, pero también locatarios y personal del ayuntamiento de Puebla convirtieron en estacionamientos privados las banquetas.