Hasta la noche del domingo Rodolfo Huerta Espinosa estaba en su domicilio particular por el rumbo de San Manuel en la espera de recibir la confirmación para protestar el cargo como diputado en lugar de José Juan Espinosa Torres, del Partido del Trabajo sobre quien pesan acusaciones diversas que son investigadas por la vía penal.

La probabilidad de que el ex presidente municipal de San Pedro Cholula deje el encargo que el voto popular le concedió en la elección de 2018 lo convierte en el primer integrante de una Legislatura en abandonar la curul por una acusación formal en la Fiscalía General del Estado, como lo anunció el viernes de la semana previa la Auditoría Superior del Estado la Puebla.

Y también lo coloca como el primer integrante de la clase política en ser sometido a un proceso penal luego de que el Congreso del Estado aprobó el 8 de julio pasado la eliminación del fuero constitucional, convertido en patente de corso frente a reclamos y recriminaciones de la sociedad para castigar abusos y desfiguros de los poderosos.

Al menos dos diferentes fuentes confirmaron la noche del domingo la existencia de una solicitud de licencia definitiva del aún diputado local del Partido del Trabajo, sin embargo no será sino hasta terminado el puente con motivo del Día de Todos Santos, el martes próximo, cuando se haya confirmado la versión del adiós de JJ.

Huerta Espinosa del Partido de la Revolución Democrática y ex compañero en la Legislatura XVI de Espinosa Torres en el lejano 2005-2008 promovió leyes en materia de sociedad de convivencia y la despenalización del aborto que fueron frenadas por las bancadas mayoritarias del PAN y PRI.

Como presidente municipal de Santa Clara Ocoyucan en el periodo interino para convocar a una elección extraordinaria enfrentó a la agrupación Antorcha Campesina que había tomado como feudo ese municipio, y en consecuencia, como caja chica las arcas de ese municipio para financiar parte de sus actividades.

Rodeado de un grupo de radicales como Ignacio Molina, quien fue secretario general en el ayuntamiento de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa tuvo un ala conciliadora que se dedicó a tejer fino y hacer política como Luis Alberto Arriaga, director de Gobernación y ahora presidente municipal y Rodolfo Huerta, ex coordinador de Proyectos en la comuna.

La circunstancia lo coloca frente a un reto político de enorme envergadura. Como perredista que fue, conoce bien al gobernador Miguel Barbosa y sabe que el camino de la conciliación requerirá de la precisión del relojero fino y la paciencia del orfebre. La buena política es así y no como el tablajero en el que se convirtió JJ.

Por ello es que haber “cedido la plaza” sin que se le haya detenido cuando ya se había librado orden de aprehensión, según el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Alfonso Esparza, no pudo sino ser el resultado de un acuerdo de alto nivel.

Nadie en los últimos meses podía tener duda de la riqueza de dudosa procedencia, acumulada por este saltimbanqui de la vida política, ampliamente documentada en los últimos años. Antes o después del martes sabremos qué tipo de final tendrá esta historia.

 

Parabolica.MX por Fernando Maldonado