La enfermedad del ojo azul (EOA) es ocasionada por el Rubulavirus porcino y cada año genera pérdidas económicas en la industria porcina en México. Con el objetivo de contrarrestar este problema, Irma Herrera Camacho, investigadora del Centro de Química del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), en colaboración con investigadores de otras instituciones, trabaja en el desarrollo de una vacuna a partir del estudio de proteínas como la hemaglutinina neuraminidasa (eHN).

El Rubulavirus porcino, enfermedad exclusiva en cerdos, provoca problemas neurológicos y respiratorios, pero sobre todo un alto porcentaje de mortalidad en neonatos, infertilidad en animales adultos y gastos de medicación. Una de sus características es una opacidad en la córnea de los porcinos, de ahí el nombre que recibe.

Actualmente existen tratamientos contra este virus; sin embargo, su eficacia está por debajo del 70 por ciento. El trabajo que realiza la doctora Herrera Camacho, junto con los investigadores Gerardo Santos López y Julio Reyes Leyva, del Centro de Investigaciones Biomédicas del IMSS de Metepec, busca crear una vacuna de nueva generación, más eficaz, con disponibilidad, mayor seguridad y menor costo, además de funcionar como herramienta de diagnóstico rápido en cerdos de granjas posiblemente infectadas.

“Tenemos tiempo trabajando con el virus llamado Rubulavirus porcino, un virus que fue detectado en Michoacán en 1980 y que ataca a la industria pecuaria, ubicada principalmente en la zona centro del país, en los estados de Michoacán, Guanajuato y Jalisco. Lo que hicimos fue estudiar cómo infectaba el virus a las células, además de identificar cuáles proteínas de este virus podríamos utilizar como antígenos para crear una vacuna”.

La doctora Herrera Camacho informó que actualmente este proyecto, en colaboración con el INIFAP, logró un financiamiento por parte del fondo FONSEC-SAGARPA-CONACYT, lo que les permitirá iniciar con la etapa de vacunación en cerdos sanos. Así podrán analizar la producción antigénica frente al virus y ver el grado de protección en esta última etapa, la cual se realiza en el Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Salud Animal e Inocuidad del INIFAP.

También informó que ya estudian otra proteína y en un futuro este trabajo está planteado como una alternativa para inocular a los cerdos en dos experimentos: en el primero se le administrará la proteína eHN, y el segundo implica la inoculación de dos proteínas, lo que servirá para observar si se puede potenciar el efecto protector en los animales sanos y evitar que se enfermen.

El trabajo realizado por la doctora Herrera Camacho y su equipo ha servido para formar estudiantes, pero también para solucionar un problema en la industria porcina: frente a la vacuna existente, no tan eficaz, han desarrollado otra, novedosa, más segura y biotecnológica.