Con la desbocada necedad de imponer a Fredy Erazo Juárez, el litigante de barandilla de sus temas personales, como magistrado del Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP), Alejandro Armenta Mier ha cometido el peor error de su carrera política, uno que puede enterrar todo el esfuerzo de décadas que venía realizando el hoy senador poblano.

No es que se trate solamente de un error de cálculo político, sino de una afrenta, una mancha grave que, por sus intereses muy personales, endilga en las instituciones del estado de Puebla y del país.

En principio, en el Senado de la República, del que se ha servido, y a ese tribunal, al que ha incrustado a su abogado personal, que ése es su único mérito.

La gravedad del tema no es solamente porque Erazo, por cierto, quien cobra como “asesor jurídico” entre 10 a 20 mil pesos a una decena alcaldes del Triángulo Rojo, haya formado parte de la conspiración que fue revelada en 2019, previo a la elección extraordinaria, para “asesinar” al hoy gobernador Miguel Barbosa Huerta, “inyectándole miel”, para provocarle una crisis diabética… No, no sólo por eso.

No solamente porque el asesor de Armenta esté bajo la sospecha de también asesorar jurídicamente a presuntos narcomenudistas y delincuentes de la calaña de Cristian N., alias “El Grillo”… No por eso solamente.

Tampoco por la forma tan desaseada en que, a pesar de todos sus conflictos de intereses, se ha designado a una persona sin las credenciales académicas reales y efectivas, ni de capacitación, ni de capacidad real, para ejercer ese cargo… No, tampoco por eso.

No solamente porque Erazo Juárez representa una oscura jugada más del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, quien desde que comenzó el actual ejercicio senatorial, se la ha pasado colocando a sus literalmente ahijados, en varios Órganos Públicos Locales Electorales (OPLES), algunos en institutos y otros en tribunales de los estados. La lista y sus vínculos son públicos… Pero tampoco por eso solamente.

No sólo por la sospechosa vida que Erazo deja ver en sus redes sociales, con ostentosos viajes internacionales, o porque haya denuncias de que por todo el estado busca cerrar negocios a nombre de Armenta y echando por delante su relación… No. No sólo por eso.

Y menos porque Erazo, según lo adjetivan sus propios colaboradores y compañeros, sea “un pretencioso sobrevalorado, especialmente, ambicioso y prepotente” -lo dicen los de casa-, o sea un descarado autopromotor… Tampoco por eso.

Los problemas más graves son que la complicidad de Erazo-Armenta-Monreal ha dejado una mancha indeleble a las instituciones del país.

Su sola presencia ahora como magistrado del TEEP ya pone en duda todo el trabajo que, en el actual proceso local, pudiera realizar el tribunal.

Lo grave es que la soberbia de Armenta no le deje ver que, por cosas como está, su carrera política queda gravemente demeritada.

Lo penoso es que no cumpla acuerdos y que no se dé cuenta de que acaba de declarar una guerra, que nunca podrá ganar.

 

Piso 17 por Álvaro Ramírez Velasco