Si el abogado Fredy Erazo Juárez cree que habrá librado los obstáculos para convertirse en magistrado del Tribunal Electoral del Estado de Puebla después de que el Senado de la República, con el apoyo de Alejandro Armenta Mier, lo eligió la semana pasada, más vale que comience trabajar en la contención mediática y jurídica.

Desde 2019 debió ser sancionado por la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) o investigado por su presunta responsabilidad en una trama delictiva que buscaba asesinar a una persona como Miguel Barbosa Huerta, como consta en los audios disponibles en diversas plataformas digitales.

No sólo no se le tocó ni alteró, sino al contrario, se le premió con un cargo en el Senado de la República y más aún, ahora como magistrado del Tribunal Electoral del Estado, el órgano responsable de dotar de legalidad, certeza, objetividad, independencia y certeza en los comicios de 2021 y 2024.

Los integrantes del Senado de la República violentaron los derechos políticos de al menos once mujeres que, bajo la lógica del conocimiento de la materia electoral, fueron echadas del proceso sin advertir que la Ley General de Instituciones y  Procedimientos Electorales establece el “principio de paridad en su modalidad de alternancia de género”.

Un grupo de mujeres está por presentar el recurso de impugnación a la luz de un hecho inocultable: en 20 años de haber sido creado, el Tribunal Electoral del Estado de Puebla ha tenido a hombres en la mayoría de su integración y hasta por largos periodos, la ausencia femenina fue palpable.

Durante el periodo definitorio en que el Senado deliberaba la decisión para Puebla, Erazo Juárez envió cartas a diversos medios de comunicación en las que se deslindaba de haber defendido en la barandilla a Christian N., alias “El Grillo” uno de los líderes criminales más crueles que haya dado la historia de Puebla y presunto ejecutor de la violencia electoral en 2018.

Nada ha podido hacer nada ante la evidencia palmaria de la conducta que lo exhibe en el audio como un profesional de la intriga, proclive a la descalificación hacia personas con discapacidad y dispuesto a matar cuando enfrenta un obstáculo en su derrotero para alcanzar posiciones de poder.

Si el recurso de impugnación que evidencia la falta de decoro de senadoras y senadores tira al “magistrado” impuesto por Alejandro Armenta, el presidente de la Comisión de Hacienda quedará sin el alfil a quien en una entrevista en Parabólica.MX definió como un “profesional del derecho”.

Permitirá ver además que la bofetada política de llevar a un perfil como el que ya se delineó a un órgano jurisdiccional en materia electoral habrá dañado  profundamente su relación política con quien, para mal o para bien, será factor para decidir candidaturas y posiciones en Morena.

Y de paso coloca en el centro de atención a Ricardo Monreal, jefe real del senador poblano, empeñado permanentemente en golpear una y otra vez al gobernador Miguel Barbosa.

 

Parabólica por Fernando Maldonado