A pesar de haber llegado a la última jornada de LaLiga con posibilidades de alcanzar el título y de haber disputado las semifinales de la Copa de Europa (todo esto con casi 70 casos de lesiones en la plantilla a lo largo del año), y con un año más de contrato vigente, Zinedine Zidane decidió renunciar como director técnico del Real Madrid, el club de sus amores.

Más allá de la falta de títulos (cosa que, lamentablemente, en un club de tal exigencia siempre significan dudas y mayormente la ruptura de los procesos en los banquillos sin tomar en cuenta un sinfín de matices), de acuerdo a una propia carta de ‘Zizou’ a la afición —y que, curiosamente, fue publicada en un medio deportivo español conocido por su trato poco respetuoso para con el club— su salida se debió al débil apoyo recibido por parte del presidente Florentino Pérez a lo largo de la temporada; especialmente, con ‘mensajitos’ y filtraciones a través de la prensa.

En la atmósfera surgieron diversos nombres para sustituir a ‘ZZ’: el argentino Mauricio Pochettino (hoy, director técnico del PSG); el italiano Antonio Conte (reciente campeón con el Inter de Milán); e, incluso, el mítico exgoleador del club, Raúl González (hoy entrenador del Castilla, filial del primer equipo); sin embargo, el elegido ha sido el italiano Carlo Ancelotti, quien hasta hace unas horas se desempeñaba como director técnico del Everton de Inglaterra y quien vivirá su segunda etapa como mandamás del equipo español.

Mucho se ha hablado de lo que Ancelotti significó en su primera etapa (2013-2015) como entrenador del Real Madrid: la ansiada Décima (la cual logró con Zizou como su auxiliar), el buen ambiente del vestidor gracias a su trato paternalista con los jugadores y, por supuesto, una de las mejores versiones futbolísticas que se le recuerden al conjunto merengue durante el siglo actual.

Pero más allá de que esto haya ocurrido a seis años de distancia y con un grupo de futbolistas en un nivel sumamente distante al de aquel entonces, la segunda etapa de ‘Carletto’ como líder del Real Madrid navega en un mar de dudas sobre el proyecto a futuro del club; específicamente, con relación a un poderoso grupo de personajes enquistados en las entrañas del club y quienes, a pesar de los señalamientos de Zidane y salvo un giro de timón por parte de la Presidencia —el cual, salvo un milagro, no llegará—, ha quedado claro que manejan y seguirán manejando a sus anchas las riendas de la organización desde los medios de comunicación.

Cada vez que al Real Madrid se le presenta la ocasión de hacer las cosas de manera distinta, de reinventarse, de dar un aviso de sensatez ante un clima de incertidumbre y urgencias, de liberarse de un mal de años, los merengues prefieren seguir caminando sobre una cornisa en llamas.

Nos leemos la siguiente semana. Y recuerden: la intención sólo la conoce el jugador.

 

@donkbitos16

Atando Cabitos por Miguel Caballero