“Cada puerta que se cierra y cada ventana que rompo son los versos que conforman el poema de mi vida. Hay líneas que las escribo yo y otras que las escribe el destino”, leyó Édgar Oceransky su texto Soy Poeta, en la presentación en Puebla de su libro “Un millón de puertas y ventanas” (Mueve Tu Lengua, 2021), en el que, sin red, pero con la comodidad natural del artista, salta de la canción a la literatura.

En la Librería León, con un aforo controlado y un público participativo, este martes, el cantautor, quien comenzará en 2022 la gira de su disco “Aquí Estoy, 20 años después”, presentó su libro, el que busca tocar la sensibilidad de su público y crear uno nuevo, que lo conocerá a través de sus poemas y luego irá a su música y viceversa.

A Oceransky la pandemia le sirvió para afinar sus poemas y lograr esta obra, a la que se aventuró al caer en cuenta que, sin estudiar música, hoy ésta “me da de comer” y tiene un público cada vez más nutrido.

De modo tal que, sin haber estudiados literatura -cursó psicología en la universidad-, se ha aventurado ahora en ella, con este poemario de 38 obras que despliega en 105 páginas, con el sello de la editorial Mueve tu lengua.

“A mis muertos”, “La otra mitad del mundo”, “Poemas de amor y otras perversiones”, “Hombre mirando al espejo” e “Infancia, patria y trashumancia”, más un prólogo de Pedro Guerra y un epílogo de Diego Ojeda -los dos también cantautores- conforman los apartados, en forma de capítulos, del poemario de Édgar, quien el próximo 16 de marzo de 2022 dará su primer concierto en el Auditorio Nacional, el que ha definido como un “sueño largamente anhelado”.

En el encuentro con su público, con quien sostuvo una sesión de preguntas y respuestas, antes de interpretar un par de sus canciones, también invitó al concierto que ofrecerá el 17 de febrero del año próximo en el Complejo Cultural Universitario (CCU), de Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

-¿Le disputa el espacio el poeta al cantautor? -fue la pregunta al calor del encuentro.

-Nunca se han cruzado los caminos del que hace los poemas y el que hace las canciones. Conviven separadamente. Yo tengo muy circunscrito al que hace las canciones a ciertos momentos de mi vida. Entonces, casi no soy esa persona, soy muy poquitas veces del año el que hace las canciones. Soy muchas veces del año el que las canta. Y un poco más de veces el que escribe poemas o escribe crónicas o pequeños cuentos. Entonces nunca se han cruzado.

“Espero más bien que se vayan complementando poco a poco uno al otro y que haya una audiencia a la que le guste sólo mi poesía y descubra mi música, y haya audiencia, como en este caso, que entiendo es la mayoría -se refirió al público en la Librería León de Cholula-, a la que le guste mi música y acuda a mi poesía. Espero que vayan uniéndose”, respondió.

-¿Cómo te sientes con el reto del concierto en el Auditorio Nacional? -fue la segunda interrogante del reportero, que le robó unos minutos al diálogo directo de Oceransky con su público.

-Me siento muy contento. El 16 de marzo, si todavía ustedes no lo sabían, tengo una presentación en el Auditorio Nacional, para este disco que se llama “Estoy aquí, 20 años después”.

“Estoy emocionado, sobre todo, no me ha dado tiempo de ponerme nervioso, todavía. Espero que no me dé tiempo de ponerme nervioso, espero que solamente me dé mucha emoción, que es lo que me sucede desde hace varios años con la música, que es emoción más que otra cosa”, dijo y detalló que además de su banda ampliada de seis músicos, lo acompañarán en este concierto secciones de cuerdas y de metales.

El último párrafo del libro “Un millón de puertas y ventanas” (Mueve Tu Lengua, 2021), describe muy certero a Oceransky, en esta faceta, desde la literatura:

“Por eso me atrevo a afirmarles que nací poeta, porque la poesía está en el ojo del que mira, en quien decide verlo todo como un milagro, en quien se sabe alegoría y habita en el centro del poema”.