Comenzamos el quinto mes de 2022 y ya ha pasado medio año de las gestiones municipales en Puebla, y ya solo falta año y medio para que se definan candidaturas para todos los puestos de elección popular que se disputarán en 2024. Pero falta un mes para las elecciones de gobernador en 6 estados de la República. Y un año para otras dos elecciones estatales en el estado con el padrón electoral más grande del país. Y el siguiente, por supuesto, cuando elegiremos en Puebla y otros 15 estados prácticamente todos los cargos de representación popular.

Todo lo que ha pasado y seguirá ocurriendo en nuestro país se circunscribe a la lucha electoral por venir.

No es el mejor momento para el presidente, pues un porcentaje muy bajo de electores salió a votar en la revocación de mandato. Tampoco se aprobó su reforma eléctrica ni se le aprobará la reforma electoral. La oposición se ha unido para intentar derrotarlo y Morena perdió decenas de curules en 2021.

Efectivamente, los diputados de oposición en el Congreso de la Unión lograron que no se completaran las dos terceras partes de votos necesarios para reformas constitucionales. Pero tampoco son mayoría aún.

El presidente y su partido ya no tienen la misma fuerza que en 2018. Pero todas las tendencias electorales en las elecciones de este año colocan a Morena y sus candidatos como los mejores posicionados, además de que más de 60% de los ciudadanos (en algunos sitios más de 70%) sigue aprobando la gestión del presidente López Obrador.

Todo lo que ha venido haciendo el mandatario es con fines electorales y la oposición cae puntualmente. López Obrador necesita de un enemigo al cual culpar y combatir, y sus opositores le dan los motivos cada día.

El problema más grande para Morena ni siquiera está en la oposición. Está dentro del propio partido y militancia. La definición de candidato presidencial dividirá al partido del presidente y eso también tendrá consecuencias en la definición de candidatos a las gubernaturas en 2024 (Puebla incluido).

Si el presidente impone como candidata a la Presidencia a Claudia Sheinbaum, casi es un hecho que Marcelo Ebrard no lo aceptaría y muy probablemente buscaría la postulación por otro. Movimiento Ciudadano o el PVEM (o juntos y hasta con el PRI) estarían listos para recibirlo y lanzarlo.

Si el candidato a la Presidencia es Ebrard, podría haber menos división, pues Claudia Sheinbaum podría perfectamente ser senadora y esperar mejores tiempos para su postulación, además de que la militancia y simpatizantes no verían mal al hoy secretario de Relaciones Exteriores.

Esa definición incidirá directamente en quién sea candidato a la gubernatura de Puebla. Nada está definido, y todo puede pasar. Nadie tiene la postulación en la bolsa, pero tampoco nadie está fuera de la contienda. Aún van a pasar demasiadas cosas rumbo al ya cercano 2024.

 

 

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