Una tragedia fue convertida en una verdadero milagro y esperanza de vida para cinco personas, esto luego de la muerte del joven Kenny Martínez, quien murió después de un ataque a balazos el pasado 20 de julio, y su familia decidió salvar vidas a través de la donación de órganos.

A través de un comunicado, la Secretaria de Salud informó que el joven de 30 años se encontraba internado en el Hospital del Izúcar de Matamoros, pero fue trasladado hasta el Hospital General del Sur en la ciudad de Puebla, luego de que sus familiares autorizaran donar su corazón, hígado, riñón y corneas.

Por ello tras la operación para sustraer los órganos, el titular de la dependencia, José Antonio Martínez García expuso que, con el apoyo de la ambulancia aérea de SUMA, fueron trasladados el corazón al Centro Médico Nacional La Raza y el hígado al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, ambos ubicados en la Ciudad de México.

Mientras que uno de los riñones fue llevado al ISSSTEP y al Hospital General del Sur, en este último nosocomio también se quedó una córnea para ser trasplantada.

Agregó que la donación es una de las alternativas para salvar y mejorar la vida de muchos pacientes que se encuentran en lista de espera, por lo que invitó a sumarse a la donación altruista de órganos informándose en la Unidad de Trasplantes del gobierno estatal.

Cabe destacar que el joven Kenny Martínez perdió la vida el pasado 20 de julio, luego de que fuera atacado a balazos junto a su acompañante cuando circulaban sobre la carretera Izúcar-Cuautla, a la altura de la comunidad de Agua Dulce, en el municipio de Tilapa.

Recibió impactos de bala en la cabeza a la altura de la oreja y en la cara; pese a que fue trasladado al hospital de Izúcar, no resistió y perdió la vida.

El joven, originario del municipio de Tilapa, trabajaba en un taller de motos en Izúcar de Matamoros, además de que también tenía una lavandería.