24 Horas Puebla

Uniformados cumplidos y lesionados

La espectacular persecución que la noche del lunes protagonizaron elementos de la Policía Municipal para detener a un grupo de tres personas que viajaban a bordo de un vehículo particular terminó con dos uniformados lesionados en el cumplimiento del deber.

No es por ser mal pensados, pero casi nunca nadie se pregunta por el estado de salud de los policías que participan en operativos de estas características, y menos se expresa solidaridad por quienes hacen su trabajo, aún a riesgo de perder la propia vida.

¿Será?

 

Golpeadores a sueldo

La mañana de martes, mientras todos en Puebla estaban atentos al desarrollo del primer juego de la Selección Mexicana frente a la de Polonia, en el Mundial de Qatar, un grupo de unos 15 facinerosos irrumpió en la 6 Oriente, en la típica calle de los dulces.

Acompañaban a un grupo de abogados, diligenciarios y notarios que efectuarían un desalojo en un inmueble de la zona. Lo malo fue que golpearon, amedrentaron y hasta arrebataron teléfonos celulares de comerciantes que de manera honrada realizaba sus actividades.

Algún prepotente pudo pagar golpeadores, irrumpir en una calle del Centro Histórico, golpear y hasta privar de la libertad a quienes por años han realizado su actividad comercial sin que nadie les pusiera un alto.

¿Será?

 

Ya se supo

El coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velazco, fue timado cuando quiso realizar una de sus pasarelas… perdón, asambleas informativas, con motivo de la propuesta de reforma electoral.

No pudieron reunir a la gente para escuchar el discurso de lucimiento personal, y el culto a la personalidad sufrió afectaciones pues se debió regresar sin el aplauso del respetable, por lo que culpó al edil de Zacatlán, José Luis Márquez.

¿De verdad se creyó lo que le dijeron para justificar la escasa participación de la venta por falta de interés o porque nadie fue capaz de convencer que el redentor de la Cámara de Diputados federal?

No sólo muestra ingenuidad política, sino la evidente conducta del perdedor que busca a quien echar culpas.

¿Será?