Muerto el niño…
Después de que una persona fue asesinada con arma de fuego en el tianguis de San Isidro, en la capital, el secretario de Gobernación municipal, Jorge Cruz Lepe, advirtió que de ser necesario será utilizada la fuerza pública para evitar la venta de bebidas alcohólicas en ese y otros mercados.
Claro, a toro pasado todo es más cómodo. Por eso, el diputado del Partido Acción Nacional, Eduardo Alcántara Montiel, demandó la renuncia del funcionario, pues desde hace dos meses ya había advertido de ese riesgo.
Cruz Lepe debe saber que cada vez es más incómoda su presencia en el gabinete municipal de quien aspira a competir por la candidatura al gobierno de Puebla.
¿Será?
El autodidacta, recordado
Nada más faltó mencionar por su nombre al autodidacta que miente y que ostenta el cargo de coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velazco, quien, a confesión de parte, ahora sabemos que ni licenciado en Contaduría es.
Fue el presidente del Senado de la República, Alejandro Armenta, quien circuló un comunicado con aparente una inofensiva línea discursiva: “convencidos de que hacer una carrera y titularse son metas en la vida para abrirse camino, quien diga lo contrario está atajando sus sueños”.
¡Ups! Nadie sabe si el autodidacta destinatario habrá entendido el mensaje cifrado.
¿Será?
La libró
Todo parece indicar que la titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Bety Manrique Guevara, se quedará en el gabinete del gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Muy de mañana, este martes se le vio salir aliviada, sonriente y entusiasta de Casa Aguayo luego de que su nombre fue ventilado como probable benefactora de los estertores de Fernando Manzanilla y su pandilla.
¿Será?
El regreso del galismo
Inquietud al menos es lo que generó el chisme de que Anel Nochebuena, funcionaria del gobierno del morenovallista José Antonio Gali Fayad, regresará a la Secretaría de Cultura.
La sola mención parece mal chiste, pues su pasado en la función pública, como todo ese gobierno, está marcados por la frivolidad y el gusto por el dinero público.
¿Será?