Fue Paco Ignacio Taibo II quien dio una grandiosa explicación de lo que es el periodismo: “la última pinchebarrera que nos impide caer en la barbarie” (Sintiendo que el campo de batalla; Taibo II, 1989; ed. Planeta).
A partir de hoy, arrancamos una nueva era en 24 horas Puebla. A partir de hoy y hasta que el cuerpo aguante haremos lo que sabemos hacer: periodismo.
¿De qué se trata todo esto?, de que no sólo las columnas sean las que definan la agenda. Se trata de regresar a la nota bien escrita, a la crónica, al reportaje, a la entrevista de fondo.
Es un reto porque actualmente las redacciones se hacen en cualquier café, en algún baño público o donde se puedan robar la señal para mandar sus textos por medio del Whastapp.
Es todo un reto porque la gente ahora se informa más por los memes (la memecracia), abunda el rumor, la noticia falsa ylos youtubers prófugos del ácido fólico y de la emulsión de Scott que nos daban nuestras mamacitas cuando éramos niños y hacíamos gestos porque sabía horrible el aceite de hígado de bacalao.
Hay que competir contra todo ello, y hasta contra los consultores que les dicen a los políticos “ya nadie lee, ya nadie ve las noticias, ya a nadie le importa” y si bien, la especie, tiene algo de verdad, no es en todo cierto.
Más bien, quien comparte esa idea es la gente que solo le interesa manipular a los gobernados por medio de la emoción sin datos duros y muchos de los que reparten la especie no leen ni en defensa propia.
Llegar a dirigir un diario no es una tarea sencilla y menos en los tiempos en los que las noticias ya se comparten en redes sociales todo el tiempo. Enfrentarse con que cada reportero representa un portal de noticias escrito con faltas de ortografía es todo un desafío.
Dicen que en Puebla hay más de 200 portales. Y hubo direcciones de comunicación social que crearon los llamados outlets para difundir sólo la información oficial y quedarse (of course) con el 20 por ciento del convenio de publicidad estatal.
Es común leer a algunos columnistas que abusen de los adjetivos. Se quedaron con la vieja idea de te pego para que me pagues. Otros que arman una redacción y el mismo equipo sirve para otros diez portales para cobrar más convenios de publicidad.
No se trata de llenar un periódico con notitas sin trascendencia. No se trata de cumplir una cuota como la vieja usanza. Tampoco es la línea de “flotar y cobrar, flotar y cobrar”. Se trata de que nos lean, nos cuestionen, nos aplaudan o nos critiquen.
Se trata de generar polémica para provocar debate. No es nada más llenar espacios vacíos.
El rey es el contenido.
Y esa es la apuesta de 24 horas Puebla.
Hoy asumo la dirección de este diario que tiene enfrente.
No me queda más que agradecer a Édgar Nava, dueño de la franquicia en Puebla, a Armando Estrop, director editorial de 24 horas México y al dueño de este diario don Antonio Torrado por la confianza que me otorgan.
Poco a poco le iremos dando un giro a este diario a nivel local y hasta que el cuerpo aguante.
@eljovenzeus
Vicios ocultos