El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, exhortó ayer a su par chino, Qin Gang, a mantener abiertos los canales de comunicación, antes de viajar a Pekín este fin de semana.

El Departamento de Estado confirmó el viaje, que será el primero de un diplomático estadounidense de su rango en casi cinco años.

Daniel Kritenbrink, principal funcionario del Departamento de Estado para Asia Oriental, reconoció sin embargo que Estados Unidos es “realista” sobre lo que cabe esperar del viaje.

“No vamos a Pekín con la intención de lograr algún tipo de avance o transformación”, dijo Kritenbrink a los periodistas. Estados Unidos espera que el viaje “reduzca, como mínimo, el riesgo de un error de cálculo para que no nos desviemos hacia un posible conflicto”.

Qin Gang dijo a Blinken que “desde el comienzo del año, las relaciones sino-estadounidenses han enfrentado nuevas dificultades y desafíos. Está claro quién es el responsable”, según un comunicado del ministerio chino de Relaciones Exteriores.

“China siempre ha contemplado y gestionado las relaciones China-EU de acuerdo con los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de beneficio mutuo postulados por el presidente Xi Jinping”, agregó.

El ministro “explicó la posición solemne de China sobre Taiwán”, principal punto de fricción entre las dos potencias, así como sobre “otras preocupaciones esenciales” de Pekín, señaló la nota.

China considera a Taiwán como una de sus provincias y espera recuperar la soberanía sobre la isla incluso por la fuerza si fuera necesario.

CON INFORMACIÓN DE AFP.