Como siempre ha ocurrido desde hace 25 años que el BEAP comenzó a publicar mediciones demoscópicas en Puebla, nuestra más reciente Encuesta Estatal de Preferencias Pre-Electorales para la Gubernatura de Puebla y los careos que hicimos, desataron comentarios a favor y en contra. Normal. Para mí lo preocupante es que nadie la comentara.

Pero la frialdad del análisis numérico da paso a que con los días, podamos también interpretar correctamente lo que dicen los datos (siempre naturales y sin manipulaciones). Veamos.

De entrada, la encuesta dejó claro que el mejor posicionado de MORENA-PT-PVEM en anteriores mediciones serias (incluídas del BEAP pero que no publicamos, solo en diciembre del año pasado), el Senador Alejandro Armenta, perdió la ventaja que tenía sobre sus competidores. Sobre todo sobre el Diputado Ignacio Mier, a quien aventajaba en posicionamiento por unos veinte puntos porcentuales. Ya no ocurre así. Hoy están prácticamente empatados y cualquiera de los dos que se enfrentara al mejor precandidato de la alianza PAN-PRI-PRD, el actual alcalde de Puebla Eduardo Rivera, le puede ganar sin problema.

Se cayó, pues, el mito de que “solo Armenta ganaba”. Hoy ya no es así. Lo alcanzaron.

Y es que la ventaja del senador Armenta era frágil, pues no había otros precandidatos realmente. Él ha estado en campaña desde 2017. Todos sabemos que él fue el primero en denunciar el fraude morenovallista de 2018 y peleó con todo en el Hotel M&M, mapachera de los panistas. Pero luego fue el primero en impugnar la candidatura de Barbosa en 2019, tras la muerte de Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle. ¿Alguien entiende?

Pero el hecho es que el senador Armenta no ha dejado de hacer campaña. Y sin embargo, ya perdió la ventaja que traía por ser el único precandidato visible hasta fines de 2022. Iba solo. Pero cuando Ignacio Mier también se puso a hacer campaña… lo alcanzó. Los números son fríos, aunque no estén de acuerdo con ellos.

Por cierto, recibí críticas de que por qué hice un “careo” de Armenta por otros partidos contra Ignacio Mier de Morena. Lo hice porque eso lo han mencionado una y otra vez periodistas y hasta políticos en reuniones de proselitismo. Si no quieren que uno haga careos experimentales, no anden divulgando que “el mejor (supuestamente) con cualquier partido gana”. Eso es falso, con los números de hoy.

Finalmente, la medición estatal del BEAP (de 2,000 cuestionarios, que NADIE más hace, por cierto) dejó claro que la contienda de Morena entre varones (si la determinación del género así lo establece) es entre Armenta y Nacho Mier. Nadie más tiene posicionamiento estatal. El aún secretario de Gobernación (que podría ser denunciado por ser funcionario y hacer uso de recursos públicos) Julio Huerta, no es conocido en el Estado. Y es quien haría peligrar una contienda contra Eduardo Rivera, a quien solo aventaja por unos cinco puntos o menos (eso es empate a un año de que se verifique la elección)

Las candidaturas no se inventan en dos o tres meses. Por más que pueda parecer una buena ocurrencia. Huerta, primo del fallecido gobernador Barbosa, es un buen operador en municipios (es su trabajo y tiene recursos). Le alcanza perfectamente para ser candidato a diputado local y hasta federal. Pero no para gobernador, atendiendo su historia personal. Seamos serios, decía el inolvidable Rigo Benítez, querido colega encuestador y pionero en las mediciones en Puebla, del CISO de la BUAP (que hoy ya ni miden nada, para no meterse en broncas).

  Por lo demás… en el BEAP seguiremos midiendo. Y desataremos tempestades, como siempre. Es inevitable. Pero pues a eso nos dedicamos.