Poco más de 400 pobladores de La Ruana dieron el último adiós al exlíder de autodefensas Hipólito Mora Chávez, quien fue asesinado el pasado jueves en una emboscada cuando regresaba a su vivienda en Michoacán.

Tras ser velado en su domicilio, el féretro de Mora Chávez fue llevado a la iglesia de La Ruana, donde se ofició una misa en su honor, al igual que a los escoltas que murieron en el ataque.

Al llegar al panteón, el llanto y la tristeza de los pobladores se desbordó alrededor del ataúd del fundador de las autodefensas, aquél que el 14 de febrero del 2013 tomó las armas y junto a sus seguidores luchó por combatir al entonces cartel de ‘Los Caballeros Templarios’, que mantenían asolada la región con el cobro de cuotas, secuestros y extorsiones, lucha que el pasado jueves le cobró la vida y la de sus escoltas.