24 Horas Puebla

¿Qué noticias están leyendo, cuando los “sesudos analistas” afirman que los consejeros estatales de Morena pondrán al próximo gobernador de Puebla?

La única línea es que sí hay línea, pero no a nivel local, a nivel nacional.

No importa si se apellida Fojaco, Villegas, Malagón, Menchaca o Manubrio quien filtre que los consejeros estatales del “partido, licenciado, de nuestro partido” tienen capacidades plenipotenciarias, porque la política tradicional la dictan desde Palacio Nacional y no desde las entidades federativas.

Esa visión es demasiado pueblerina.

Pueden pactar Alejandro Armenta y Julio Huerta, como es evidente que ya lo hicieron. Pueden meter en ese mismo corral a Olivia Salomón quien también es parte de ese grupo político —el barbosismo—, pero algo que no deben pasar por alto, que, si nos detenemos a revisar la historia, el presidente elige a los (las) gobernadores (as), diputados (as) federales y senadores (as); serán los mandatarios quienes impongan a sus cámaras de diputados estatales y a los aspirantes a las presidencias municipales.

Quizá la confusión viene porque desde Melquiades Morales quien sacó las manos del proceso de sucesión y le ganó Mario Marín la elección; quizá porque el oriundo de Nativitas salió por peteneras cuando el escándalo Lydia Cacho y entre el desencanto al PRI y la entrega-negociación con Acción Nacional, les arrebató el triunfo Rafael Moreno Valle.

Más adelante, Moreno Valle fue, desde Rafael Ávila Camacho, quien impuso gobernador: el panista pudo hacerlo con Tony Gali Fayad (porque también la negoció con el PRI) y después con su esposa Martha Erika Alonso, quien constitucionalmente fue la primera mujer como mandataria. El caso de Ávila Camacho fue porque dejó a Fausto M. Ortega.

Por eso, Malagón, Villegas, Fojaco, Mechaca, Manubrio et al. y sus “analistas” aseguran que serán los consejeros estatales quienes harán “el tamal electoral”. Ya se andaban frotando sus ambas manos, para que me entiendan, pero se toparon con que la línea nacional les mandó a decir que “sí, que cómo no, licenciados, pero aquí la última palabra la tiene el Consejo Nacional”.

¿Por qué mandó la orden el CEN de Morena?

¿Por qué hablaron del amiguismo, influyentísimo y el nepotismo?

Porque se habían creado cacicazgos estatales en cada entidad federativa. Porque muchos gobernadores (lo dijo el propio López Obrador) querían o quieren imponer a sus esposas, parientes y sacar ventaja, sin tomar en cuenta esa entelequia que se llama “el pueblo bueno y sabio “y que habita en el cerebro del dueño de ese partido.

Dicen que la neurosis proviene de la rigidez, entre más rígido eres más neurosis te provocas y generas en tu medio ambiente. Es cierto, han existido intentonas de albazos, acuerdos en la sombra, pero al final, los periodistas no militamos ni somos consejeros estatales ni nacionales, lo que decida ese partido será problema de ese partido.

Para hacer análisis se debe uno fijar en el contexto, pero si solo son los licenciados Fojaco quienes nos tiran línea es muy fácil caer en el error.

Esta elección pasa por el filtro de Andrés Manuel López Obrador, el único dueño del Bastón de mando.

Una cosa es lo que deseamos y otra cosa es la realidad.

Ya hay muchas señales, pero nuestro intelecto no da para saberlas ver y sobre todo para traducirlas.

Es cuánto.