Aunque el Gobierno de Puebla analizó la posibilidad de que la Secretaría de Salud del estado absorbiera las funciones de los centros de rehabilitación, mejor conocidos como anexos, la titular de la dependencia, Araceli Soria Córdoba, lo descartó luego de que el sector fue absorbido por el IMSS-Bienestar, y a que se trata de sitios privados.

Mientras tanto, entre julio de 2023 y febrero de 2024, un total de 5 personas han fallecido en lugares de este tipo ubicados en Puebla capital, Tehuacán, San Martín Texmelucan y Xiutetelco.

El consejero jurídico del Poder Ejecutivo estatal, Jonathan Ávalos Meléndez, recordó que los encargados de los centros de rehabilitación que carezcan de permiso para funcionar podrán ser encarcelados.

SIN POSIBILIDADES

En su oportunidad, la secretaria de Salud del estado de Puebla negó toda posibilidad de que los centros de rehabilitación sean absorbidos por el gobierno estatal, como se planteó hace un par de años.

“Estos anexos son centros privados que únicamente regula la DPRIS (Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios) y el Centro Estatal de Adicciones del estado, quienes revisan que estén apegados a la normatividad federal.

“No los podemos absorber como parte de nosotros, porque son lugares privados y habría que revisar la normatividad si procede, y ahora con la llegada del programa IMSS-Bienestar, veo difícil que los podamos absorber”, argumentó la funcionaria.

Por su parte, el consejero Jurídico estatal resaltó que, en diciembre de 2022, se publicó una reforma al Código Penal del Estado Libre y Soberano de Puebla, en la que se establece como delito que los anexos funcionen sin los permisos correspondientes.

FALLECIMIENTOS

Desde julio de 2023 y hasta febrero de 2024, en centros de rehabilitación de Puebla han fallecido 5 personas. El viernes 7 de julio, un hombre de 37 años de edad murió dentro del anexo La Salida, en la colonia El Porvenir, de la Angelópolis.

Su familia lo internó ese día por la mañana, cuando se encontraba en estado de ebriedad. Por la tarde, una ambulancia del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) llegó al sitio, solamente para confirmar que ya no tenía signos vitales.

Casi un mes después, el 9 de agosto, una mujer denunció que su esposo pereció dentro de un centro llamado El Padre Bueno, en el municipio serrano de Xiutetelco.

Erika Ordaz Rivera dijo que su marido tenía huellas de golpes, aunque el dictamen médico estableció que perdió la vida por neumonía.

En noviembre, en la colonia La Loma, de Puebla capital, un sujeto de 46 años, identificado como Armando N., falleció en el anexo Grupo Fuerza y Voluntad, a pocas horas de que su familia lo ingresó. Se descartó que haya sido víctima de violencia.

A finales de enero de este año, un hombre falleció en un centro con domicilio en la colonia Tochapa, en el municipio de Tehuacán. Aunque cuerpos de auxilio intentaron ayudarlo en la Casa de Rescate Desafío, no pudieron hacerlo.

En febrero, un interno murió en el interior de un anexo ubicado en la colonia Ojo de Agua, en San Martín Texmelucan. La persona estaba en proceso de rehabilitación.

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