Será

Ring, ring, ring. Suena la campana porque acaban de subir al cuadrilátero dos verdaderos rudos en esto de la declaracionitis. En la esquina guinda, Paola Migoya. En la esquina azul, Javier Lozano. Estos dos, seguramente, van a dar carnita para la especulación, para la carrilla, para el morbo, pues. Son expertos, en sus ámbitos (una estatal, el otro en la capital) en eso de juzgar y señalar con dedo flamígero. De una vez, las oficinas de este H. Medio de Comunicación están abiertas para que hagan sus apuestas. ¿Quién ganará?

¿Será?

Fuerza femenina

El equipo de Vocería de Alejandro Armenta está más que listo para los guamazos… Políticos, por supuesto. Está integrado por mujeres, en su mayoría, de carácter, talentosas en sus áreas de especialidad, pero dispuestas a decir las cosas sin filtros en aras de defender a la llamada Cuarta Transformación. Sandra Montalvo, Edurne Ochoa, Nora Merino y María Ruth Zárate, junto a Rodolfo Huerta, y la ya mencionada Paola Migoya, complementan el grupo que acompañará al candidato morenistas en las lides de la difusión. ¡Pura fuerza femenina (y masculina, claro)! De entrada, ya es un mensaje de que no van a dejarse, aunque vayan arriba en las encuestas.

¿Será?

Paso a paso

A ver, a ver, a ver, a ver. Despacio. En primer lugar, lo que hizo la Auditoría Superior de la Federación a la cuenta pública de la entidad fueron observaciones. ¿Ok? Bueno, entonces no se puede hablar de desfalcos, como tal, porque (típico del ser humano) puede haber errores de procesamiento, de contabilidad, de flojera… ¿Ok? Entonces,

¿Será?

Denuncia

El pasado martes, en la madrugada, un grupo de malandrines perpetraron un hurto por demás lucrativo, a expensas de arrebatarle la paz a los vecinos. Vea usted. En medio de la noche, unos hampones (se desconoce la cantidad) le quitaron las 4 llantas y ambos espejos a cinco vehículos que estaban estacionados en la calle Ónix Poniente, de Lomas del Mármol 3. Preguntará usted, ¿y la vigilancia? Bien, gracias. Durmiendo la mona. Esto no se pudo hacer sin la complicidad ni el manto protector de quienes cuidan el fraccionamiento. Entonces, ¿para qué los vecinos, y más los afectados, pagan una vigilancia que está en vigilia? Y surge la pregunta: ¿Cómo le hicieron los amantes de lo ajeno para llevarse 20 llantas sin que nadie viera, escuchara o dijera nada? ¿Por dónde las sacaron? Los chats de WhatsApp de quienes ahí viven arden con teorías, especulaciones en busca de respuestas. Mientras, la vigilancia (aún) sigue en vigilia.

¿Será?

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