Huitzilan de Serdán, un municipio llamado el Rubí de la Sierra Norte, donde abundan los colibríes y de ahí su nombre, tiene una historia de sangre, muerte y corrupción. Un libro del periodista Alejandro Envila Fischer relata el desarrollo y el rescate de este poblado a cargo de Antorcha Campesina para llevarlo al camino del progreso.

Titulado Huitzilan de Serdán, la Derrota de los Caciques, el también académico y abogado Envila Fisher, escribió la historia del cacicazgo y asesinatos que sufrieron los huitziltecos a cargo de la Unión Campesina Independiente y los caciques de las familias Aco y Bonilla, quienes mantenían sometidos a los habitantes y los despojaban de sus tierras.

Algunos datos son impresionantes: fueron 25 años de caciquismo en Huitzilan de 1950 a 1975; la Unión Campesina Independiente (UCI), llega en 1975 y hasta 1984 es expulsada; de 1984 a 2004 se registra el asesinato de 18 antorchistas; en octubre de 2017 es asesinado el alcalde Manuel Hernández Pasión; el proceso de pacificación duró 20 años.

El pueblo decidió acudir a Antorcha hace 40 años y luchar por rescatarlo de la marginación y la violencia. Como lo dijo el ingeniero Aquiles Córdova Morán, dirigente del Movimiento Antorchista: “Antorcha sabe que hay mucha pobreza e injusticia en Huitzilan, pero no se conforma con hacer retórica social; lucha en serio por aliviarla, hay servicios básicos, mejor abasto, la salud, empleos, cuida el medio ambiente y procura el embellecimiento constante del entorno social.

“Cuando Antorcha llegó no había educación; la primaria estaba cerrada porque la UCI había matado al director y el personal había huido. Hoy existen jardín de niños, primaria, secundaria, preparatoria y educación normal; el Ayuntamiento apoya a los jóvenes que desean estudiar fuera de Huitzilan”.

Desde mediados de los 70 y 80 hasta hoy, este camino de construcción de un municipio que parecía botín de maleantes, pseudopolíticos, caciques y pistoleros, es actualmente un lugar distinto que atiende las necesidades de los más desprotegidos.

Como dice en el prólogo, María del Carmen Guevara Hernández, el libro debe ser leído por los jóvenes, compartido para ver cómo se puede transformar una comunidad y tener una mejor calidad de vida.

La columnista Leticia Montagner -presentadora del libro-, agregó finalmente que vale la pena recordar esas lecciones que nos deja Huitzilan que debiéramos tener presentes todos los días: Es posible que, mediante el contacto con ideas y líderes revolucionarios, un pueblo sometido logre entender su situación, levantarse, rebelarse, construir un mejor lugar para el presente y el futuro de sus hijos.

El libro publicado por Editorial Esténtor, se presentó en El Alero, en el Centro Histórico de Puebla capital, el miércoles pasado, ante políticos poblanos, medios de comunicación, indígenas huitziltecos y público en general.

Otro comentarista fue Gerardo Pérez García, periodista, quien destacó que a Antorcha se le ha calumniado constantemente por intereses políticos, pero lo cierto es que sacó a Huitzilan del infierno en que vivía.

Durante su intervención, el periodista y autor del libro, Alejandro Envila Fisher destacó la importancia de la participación de los pobladores de Huitzilan ya que accedieron a contar su historia, confiaron en él sin conocerlo.

“Esta es una historia de caciques, de poder, de corrupción, pero también es una historia de liberación y de empoderamiento, es un ejemplo a seguir”.En el evento estuvieron Homero Aguirre Enríquez, vocero nacional del Movimiento Antorchista; Libia Carvajal, directora de Editorial Esténtor; Ehécatl Lázaro, investigador del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (CEMEES) y autor del libro De Revolucionarios a Pistoleros.

Por: Leticia Montagner

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