Si alguien ganó el posdebate presidencial fue Jorge Álvarez Máynez, quien supo aprovechar ese vacío que dejaron Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, que siguen entrampadas en una guerra de descalificaciones y ataques sin importar lo que suceda a su alrededor, pues el – hasta hace unos días – testimonial abanderado de Movimiento Ciudadano logró conectar con los votantes universitarios y con los que el 2 de junio participarán por primera vez en una elección federal.

Hasta hace una semana, Máynez solo era conocido a nivel nacional por ser “el candidato que no es Samuel García”, por su gusto por el alcohol y por ese pegajoso jingle que el insufrible y prepotente gobernador de Nuevo León viralizó, cuando desde su millonaria camioneta Tesla ignoró a la reportera Tamara Mares, de Animal Político.

Poco y nada había que apuntar a favor del candidato presidencial emecista, quien nadó en la intrascendencia durante el primer mes de las campañas en las que Sheinbaum Pardo y Gálvez Ruiz, no lograron despertar el ánimo y fervor del electorado mexicano, que no encuentra en las abanderadas de Sigamos Haciendo Historia y de Fuerza y Corazón por México, las respuestas para definir su voto.

Sin temor a equivocarme, estamos frente a la campaña presidencial más floja y sosa de los últimos 30 años o más, cuando todos en el país sabíamos que el PRI seguiría gobernando, sin importar cual fuese el candidato.

Un simple trámite, pues.

Fue el pasado 11 de abril cuando Jorge Álvarez visitó la UPAEP para participar como ponente en los foros que la universidad privada poblana organizó con los candidatos presidenciales, los que buscan el gobierno del estado y la presidencia municipal de la capital, en donde se pudo constatar que, de a pocos, el abanderado de MC comienza a ganar la lucha por el voto universitario y el de los primovotantes.

Una publicación de la usuaria Paloma Franco (@pf_pf_pf) evidenció el gran recibimiento que Máynez está teniendo entre los electores más jóvenes de México.

También este mismo fin de semana constatamos, a través de las redes sociales, que la canción del candidato de Movimiento Ciudadano es una de las más virales en las plataformas de streaming de música, como Spotify o Apple Music, y que ya suena hasta en los antros.

(Los genios, una vez más, detrás de este jingle viral son los dueños de Eu Zen Consultores, la agencia de estrategia y comunicación política que saltó a la fama en el sexenio del gobernador jalisciense, Enrique Alfaro, que en Puebla colaboró con Enrique Cárdenas, y que en los últimos años han acompañado a Samuel García en Nuevo León y que también son los creadores de todas las canciones que el mandatario regio y su esposa Mariana Rodríguez, han hecho famosas como “Ponte Nuevo, Ponte León”, con la que el exsenador encumbró su victoria en el 2021).

Pero, ¿es realmente Jorge Álvarez Máynez un fenómeno electoral que puede desplazar a Xóchitl Gálvez del segundo lugar en la carrera presidencial – como ya muchos apuntan – y soñar con alcanzar a Claudia Sheinbaum?

En mi punto de vista, no.

Desde las elecciones presidenciales de 2006, pasando por la de 2012 y en la de 2018, hemos tenido candidatos populares y hasta irreverentes que hacen mucho ruido, pero que en el día de la jornada electoral no superan los dos dígitos de votación.

Creo que Máynez se encuentra en este escenario de que la popularidad o la viralidad de las redes sociales, no es una realidad ni consistencia política ni electoral.

En 2006 tuvimos a Jorge Castañeda como aspirante independiente, quien logró en 2011 que su lucha se tradujera en las candidaturas ciudadanas para las elecciones presidenciales; en 2012 al novedoso Gabriel Quadri (que a mi parecer es lo más similar a Álvarez Máynez); y en 2018 a Jaime Rodríguez El Bronco, quien también ganó adeptos tras el primer debate presidencial en dicho proceso.

Y es que, ser popular entre el voto más joven en campañas no siempre se traduce en votos el “Día D”.

Sí, el candidato presidencial de MC puede tener la imagen más fresca, las propuestas que mejor encajan con los primovotantes y el jingle más pegajoso, pero carece de una estructura política que lo ayude el día de la jornada electoral, pues en Jalisco, el coto de poder del partido naranja, está operando a favor de Gálvez y en Nuevo León, Samuel García está luchando para sacar adelante la candidatura de su esposa Mariana Rodríguez en Monterrey, y lograr ganar la mayoría de diputaciones federales.

También es cierto que Movimiento Ciudadano tiene la mejor oferta política para el futuro con Luis Donaldo Colosio Jr., como punta de lanza y con los propios Samuel García y Mariana Rodríguez como apoyo.

En México, son 26.2 millones de jóvenes de entre 18 y 29 años los que tendrán la posibilidad de votar en las elecciones de 2024, para escoger a quien ocupará la silla presidencial en el próximo sexenio, y que, de acuerdo con el corte de noviembre de 2023 del Instituto Nacional Electoral (INE), representan el 30 por ciento de la lista nominal de todo el país.

Máynez puede acaparar gran parte de este voto, pero creo que no será suficiente si quiera pensar en el segundo lugar.

También considero que el abanderado de MC difícilmente superará el ocho por ciento de votación total el 2 de junio.

Si algo nos ha dejado claro estas elecciones presidenciales es que “las estrellas pueden ser solo de una noche”. Ya lo vivió Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez lo puede padecer si no solo se queda en un candidato joven que cae bien y en una canción pegajosa, y se convierte en un aspirante presidencial con buen empaque y que parezca eso: el hombre que puede ser el presidente más joven en la historia del país.

Por ahora, veo a Máynez más cerca de Quadri que de Gabriel Boric (Chile).

Repito la pregunta que le da el título a esta columna: ¿Es realmente Máynez un fenómeno entre los jóvenes?

Usted, sabio lector, tiene la mejor respuesta.

Por: Gerardo Ruiz/@GerardoRuizInc

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