La muerte de una mascota también puede generar un proceso de duelo, coincidieron especialistas en psicología, incluso, podría generar depresión, por lo que es necesario consultar a expertos en psicología o psiquiatría.  

Las muertes de mascotas también afectan el estado de ánimo, pese a que no se trate de pérdidas de algún ser humano, por ello, es importante darse un tiempo para permitir sentir las emociones que generan estos acontecimientos.

En entrevista con 24 HORAS PUEBLA, la psicóloga Laura Barreda Hernández comentó que la muerte de un animal conlleva una respuesta emocional muy profunda, por lo que es natural que las personas, algunas veces, caigan en depresión.

Comentó que suelen involucrarse sentimientos como tristeza, dolor y confusión, lo que podría derivar en una depresión. Sin embargo, para saber a ciencia cierta si se tiene esta condición, es necesario consultar a un experto. 

“Sí es un duelo y sí podemos caer en un estado de ánimo deprimido”, alertó.

Indicó que la muerte de una mascota, incluso, puede asemejarse al fallecimiento de un ser querido. En primer lugar, las personas pueden sentir negación, pues resulta difícil creer dicha pérdida y la forma en la que ocurrió.

Incluso, puede haber una sensación de shock o aturdimiento. Ello puede ocurrir en el caso de que algunas dueñas o dueños hayan presenciado la muerte de su mascota. Quienes sufren estas pérdidas, también pasan por la etapa de ira, culpa, enojo o frustración.

“Algunas personas pueden sentirse culpables por no haber hecho lo suficiente por su amigo peludo o su amigo bigotudo o por decisiones tomadas en relación con su cuidado”, señaló.

El proceso de perder una mascota

La especialista aseguró que el sentimiento puede variar dependiendo del amor que las personas le tenían a sus mascotas. Hay personas que pueden llegar a deprimirse tras la muerte de un pez o de una tortuga. 

“Suele manifestarse esta tristeza en la pérdida del interés de realizar las actividades de la vida diaria, o la sensación de soledad”, agregó. 

Barreda Hernández dijo que es necesario tener el diagnóstico de un profesional, como un psicólogo o un psiquiatra. 

Tras los sentimientos de negación y culpabilidad, generalmente se llega a la aceptación de la muerte de la mascota: “Si bien el dolor no desaparece, se aprende a vivir con ello y con esa ausencia”.

La experta consideró que para aceptar la muerte de una mascota se requiere tiempo, toda vez que se desarrolla el cariño por la estética de los animales y su compañía.

Es decir, debido a las características físicas del animal, como sus miradas, texturas y actitudes, como por ejemplo el recibimiento que nos hacen, los juegos que llevamos a cabo con ellos o el tiempo de convivencia.

De esta forma, la psicóloga manifestó que para lidiar con el duelo es fundamental permitirse sentir esa pérdida y hablar sobre el tema con familiares y amigos; también hacer algunas actividades como escribir, dibujar o postear algo en redes sociales también ayuda al duelo. 

“Con el tiempo, el dolor termina siendo más manejable y siempre podrás encontrar la paz en los recuerdos felices que construiste junto a tu querido compañero”, expresó.

Genera cambios de ánimo  

Por su parte, la psicóloga Claudia Flores Arévalo afirmó que no necesariamente una persona se puede deprimir por la muerte de una mascota, ya que depende de muchos aspectos. Sin embargo, sí se puede llegar a sentir tristeza, desánimo, irritabilidad o ganas de llorar en diversos momentos del día.

También se puede presentar falta de interés para realizar sus actividades diarias, además de alteraciones en el apetito y en el sueño. No obstante, consideró que es necesaria la valoración de un especialista para saber si se padece depresión.

“Las mascotas pasan a ser integrantes en muchos casos de la familia, el cariño, la interacción y el vínculo que se desarrolla puede ser muy fuerte, similar al que se tiene hacia una persona”, indicó.

Detalló que dichos sentimientos son provocados por el cuidado que dan las personas hacia las mascotas, “dicen que cuida a alguien y empezarás a quererlo”, comentó.

De igual forma, explicó el apego: a algunas personas, los perros y gatos son una compañía muy especial. Ya que el acariciar a un animal genera cambios a nivel fisiológico en el ser humano, incluso hay estudios sobre los beneficios que tiene para el ser humano el cuidar a perro y gatos.

Por: Paola Macuitl Gallardo  

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