Lo cortés no quita lo combativo
Sin planeación y sin proponérselo, los candidatos a la gubernatura de Puebla, el puntero Alejandro Armenta, de Morena y los partidos aliados, y Eduardo Rivera, de la alianza PRIANPRD y el local PSI, se encontraron en la puerta de una radiodifusora, este martes. Armenta salía de entrevista con Fernando Canales, periodista que ha sido maestro de muchas generaciones, y Eduardo entraba. Fue muy breve, apenas unos segundos y el encuentro fue registrado en fotos y video, por lo que en las redes estalló el morbo. ¿Qué se dijeron? ¿Cómo se miraron? ¿Hubo manotazos? Nada. Los dos se comportaron como los caballeros que son.
¿Será?
Base y aceptación sociales
Por cierto, luego del encuentro cordial con su oponente, Alejandro Armenta se fue a dar un recorrido por el Centro Histórico de Puebla capital, con resultados muy positivos para su causa. Abrazos espontáneos de la gente, selfies, comentarios positivos y bendiciones, de quienes lo encontraban a su paso. La duda surge: ¿podría otro candidato andar por las calles del ombligo de la capital, con los mismos resultados? Porque hay diferencias entre conocimiento y aceptación; pero hay todavía más, cuando se trata de popularidad y cariño. Todo se define en eso que los consultores llaman base social. No para todos es igual.
¿Será?
Quedó pura pipitilla
Salvo honrosas excepciones, bastante respetables y honorables, en el tricolor quedó pura pipitilla, esa que sólo hace bulto, a veces trabaja, cobra como si diera cursos de mindfulness, pero eso sí, saben hacer unos malabares mejores que en el Cirque Du Soleil. Está de más decir nombres, el círculo rojo los conoce de sobra, ya que participan en cada proceso electoral en busca de hueso. Por eso lo que llevó Mario Riestra a su campaña pareciera que fue lo único que le dejaron de lo que quedó del PRI. Ah, también del PAN. Los demás, como es de suponer, están en Morena.
¿Será?
Llegó el momento
Las calles de Puebla, desde el domingo, se llenaron de folclor, de color, de vida, peeeero por las campañas. Cuántas cuadrillas de personas andan en los cruceros promocionando al candidato, a la candidata. Algunos reparten volantes, otros andan con sus pegotes, microperforados; otros llevan música, como la canción “Soy Poblano”, pero usada por el PAN; otros regalan panfletos, ponen sus lonotas… Aunque la contaminación visual y auditiva es alta, lo bueno es que les dan de chambear a numerosas personas. Sólo invitar a los operadores: ¡No se claven la lana!
¿Será?
No evolucionan
Hay personajes que se quedan en el ostracismo. O sea, no evolucionan; un ejemplo son los clásicos fósiles, conocidos personajes que repetían, y repetían, y repetían materias en la universidad para seguir viviendo la vida loca. Evolucionar es parte del crecimiento humano, salvo para aquellos grupúsculos de izquierda, y algunos de derecha, que no cambian su discurso desde hace 20 años. Lo único bueno eran las ruedas de prensa en el antaño Villa Rosa, donde invitaban el cafecito, la coquita de vidrio, las galletitas y agüita. Cuando había buen patrocinador, hasta desayuno convidaban a la prensa. ¡Qué tiempos, señor don Simón!
¿Será?