Hace apenas unos días, un recién nacido más fue abandonado. Ahora con sólo dos semanas de nacido. Envuelto en cobijas, en una calle, sin más. Afortunadamente una vecina del lugar se percató de “un bultito que se movía”, cuando advirtió de qué se trataba, lo protegió y mantuvo en su hogar.

El resto de la historia ya se sabe. Llamar a las autoridades, elementos policiacos que llegan a investigar, tomar al recién nacido bajo resguardo, revisiones médicas para conocer su condición física. En fin.

Algo llamó mi atención, el tema ya no ocupó por mucho tiempo el mejor especio en medios de comunicación.

¿Lo estamos normalizando?

Qué terrible, pero qué real. Resulta que, podría haber noticias más importantes. Sí, el abandono de un bebé con apenas unos días de nacido va perdiendo interés.

¿Por ser un hecho recurrente?

¿O porque como sociedad ya nada nos importa?

Peor aún ¿nada nos asombra o conmueve?

¿Realmente ya no se dimensiona el bien del mal?

Y como hace poco menos de un mes, cuando un menor de dos años, con signos de violencia, fue abandonado también en una calle, para el bebé de dos meses esta realidad sea mil veces mejor a la que le deparaba de continuar en las manos de quien estaba.

¿Qué clase de personas se están formando en los “hogares de hoy? ¿Nos lo preguntamos? 

¿Normalizar la violencia y normalizar el abandono? 

Algo tenemos que hacer ya, no perdamos tiempo.

Por: Jésica Baltazares

@jesibalta

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *