El Banco de México recortó ayer su pronóstico de crecimiento económico para 2024 ante la debilidad que mostró en el arranque del año el país, considerado la segunda mayor economía de América Latina.

La institución monetaria espera que la economía mexicana crezca 2.4% en el año, una cifra inferior al 2.8% que pronosticaba a finales de febrero.

La economía mexicana creció 1.9% a tasa anual durante el primer trimestre del año y respecto al cuarto trimestre de 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) avanzó un 0.3%.

“Se espera que la actividad productiva retome un ritmo de crecimiento más dinámico en el resto del año”, dijo.

Para 2025, el banco mantiene la previsión de un avance de la economía del 1.5%, un incremento inferior al de este año causado por la reducción del gasto interno. La economía mexicana avanzó en 2023 un 3.2%.

El banco añadió que prevé una desaceleración de la inflación, hasta alcanzar su meta de 3% (+/- un punto porcentual) en el cuarto trimestre de 2025.

Si bien el panorama inflacionario continúa siendo complejo e incierto, “se espera que en los próximos trimestres el proceso desinflacionario siga avanzando”, explicó la entidad.

El banco recortó en marzo la tasa de interés de referencia por primera vez en tres años de 11.25 a 11%. La inflación interanual en abril fue de 4.65% debido principalmente al aumento del precio de frutas y verduras.

El anuncio de Banxico generó un mayor nerviosismo en el mercado cambiario pegando al superpeso que sufrió un rebote para llegar a las 17.07 unidades por dólar hasta las 21 horas de ayer.

Además el peso perdió nivel de acuerdo a un análisis del Banco Base por lo cercano a la elección presidencial de este domingo 2 de junio.

“A pesar de que el tipo de cambio ha mostrado estabilidad durante el periodo electoral, no se puede descartar un incremento de la volatilidad al concluir las elecciones, lo que también dependerá del primer pronunciamiento del ganador”, proyectó Gabriela Siller Pagaza, directora de análisis financiero en Base.

Aunque las primeras horas había una gran expectativa por los recortes a la tasa de interés en México después de que la gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, dijo que se han logrado avances en la disminución de la inflación, el reporte trimestral habló de una baja para la proyección del crecimiento, lo que fue contundente para el peso.

“Siller dijo que hay una fuerte presión sobre la moneda mexicana por varios factores; el diferencial de la tasa estadounidense, las proyecciones de Banxico y la aversión que están generando las elecciones”.

Anticipó que bajo un escenario central el tipo de cambio podría ubicarse en un nivel de 17.30 o 17.45 pesos por dólar, y bajo un escenario más optimista la moneda puede regresar a los 16.60 pesos por dólar y de entrar en un escenario pesimista de escalar un conflicto bélico o resultados polémicos electorales la moneda saltaría hasta 18.50 o incluso 19 pesos por cada divisa verde.

El informe trimestral del banco central mexicano señaló que se “mantiene la expectativa de que el mayor gasto público en relación con el año previo dé impulso al consumo interno en general en los próximos meses, tomando en cuenta tanto los efectos directos como la de derrama hacia el consumo e inversión privados”.

Por: Emanuel Mendoza

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