El mexicano Sergio Pérez tuvo una atípica participación en el Gran Premio de Mónaco, forzado a dejar la carrera tras sufrir un accidente que destruyó el RB20 durante la primera vuelta del evento.
Golpeado por el Haas conducido por Kevin Magnussen, el auto del mexicano terminó por perder el control durante una de las rectas del circuito urbano, que llevó al auto de Checo a perder el control y quedar sin llantas tras golpear contra los límites del trazado.
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El piloto tapatío logró salir sin problemas de su monoplaza en un incidente que también dejó fuera de competencia a los dos autos de Haas, tras ser el de Nico Hülkenberg el otro auto afectado por dicho incidente.
Para Checo este es el primer retiro en lo que va de la temporada, en lo que también significó un arranque accidentado con incidentes que vivieron ambos autos de Alpine y el Ferrari de Carlos Sainz.
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La FIA abrió una investigación de carrera por el accidente tras la curva uno que involucró al mexicano y los dos autos de Haas, con un Kevin Magnussen en peligro de suspensión con su superlicencia si es hallado culpable de tal incidente.