El Obispo Auxiliar, Francisco Javier Martínez Castillo, pidió la feligresía orar para que el bien común sea la guía del ejercicio en el servicio público de los funcionarios recién electos el 2 de junio.
Pidió por todos los que forman la Iglesia Católica, para que “reafirmemos nuestro compromiso de construir la paz y el desarrollo social”.
Posteriormente dedicó la oración por todos los que nos gobiernan “para que, a ejemplo del buen pastor, en medio de la situación social tan compleja que vivimos, el bien común sea la estrella que guíe el ejercicio de gobierno de todo aquel que fue electo por voto popular”.
Luego de expresar los saludos que el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa envió a la feligresía, el obispo auxiliar dedicó la homilía a la reflexión sobre el poder y la humildad en una época guiada por el rendimiento y el esfuerzo personal.
“En la sociedad actual creemos que el sentido de la vida es sacar el máximo rendimiento por el esfuerzo personal. Así lo percibimos en todos los ambientes y vivir el paradigma de la programación, el rendimiento y los resultados. Pareciera que el esfuerzo personal es lo único importante, y nos creemos protagonistas de la historia por nuestras capacidades y esfuerzos”.
Esa clase de creencias, dijo el Obispo Auxiliar, ha hecho perder la misericordia y la empatía entre las personas.
“Por eso debemos confiar en la presencia misteriosa de la existencia de Jesús. Pensamos que todo depende de lo que hacemos, cuando todo depende de la gracia de Dios y su presencia en cada persona y eso se ha perdido de vista en el horizonte de nuestra existencia”.
“Debemos tener una actitud de gratitud, sorpresa y amor a te la vida; Jesús se manifiesta a través del servicio, no del domingo; Dios no se manifiesta en lo grandioso, sino en lo pequeño”, dijo.
Por 24 Horas