El comercio informal en el Centro Histórico de Puebla redujo en un 40 % las ventas de los restaurantes y en un 30 % en las franquicias, señalaron empresarios del sector.

Carlos Azomoza Alacio, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), lamentó la instalación de vendedores frente a sus negocios, impidiendo la llegada de comensales.

“La informalidad ha crecido de manera desproporcionada y eso nos afecta porque es competencia desleal. Durante esta temporada se colocaron puestos ambulantes de comida frente a nuestros establecimientos. Es necesario coordinar esfuerzos con las autoridades para evitar beneficiar a unos y perjudicar a otros”, dijo a 24 HORAS.

El empresario reconoció que la venta de alimentos en las calles no sólo perjudica a los empresarios establecidos, pues también genera un problema de salud pública ya que los ambulantes desestiman las medidas básicas para el manejo de alimentos. 

“No cumplen con lo mínimo para manipular comida, no tienen agua para lavar sus insumos ni los equipos con los que trabajan. Esto provoca contaminación cruzada que, a su vez, genera problemas gastrointestinales”, subrayó.

Por lo anterior, el presidente de la Canirac llamó a las autoridades correspondientes a tomar cartas en el asunto, debido al problema que desencadena la falta de higiene durante la elaboración de comida callejera. 

Azomoza Alacio reconoció que sus agremiados resintieron el descalabro económico más fuerte del año en la temporada decembrina, con la llegada de los ambulantes a las calles del Centro Histórico de Puebla, hasta su retiro este martes 7 de enero.

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