PABLO RUIZ
En el círculo rojo identifican como la “rueda de la fortuna” el regreso de un político que cayó en “desgracia” pero que regresa por sus fueros.
Unas veces están arriba, después abajo, en el ostracismo, pero cuando empiezan a soplar nuevos vientos están en la cúspide del poder político, y empiezan las vendettas.
Si los habitantes de la ciudad capital -y en el círculo rojo- creían que con la defección de Fernando Rosales Solís como secretario de Seguridad Ciudadana habían visto todo en el ayuntamiento, se equivocan.
Tocará el turno al Sindicato de Trabajadores Benito Juárez del ayuntamiento de Puebla, un conflicto más que le causará otro dolor de cabeza al alcalde José Pepe Chedraui Budib.
Simpatizantes y ex integrantes del comité ejecutivo del sindicato que encabezó el defenestrado líder Israel Pacheco Velázquez, se preparan para retomar el control de la organización gremial.
Regresa tras bambalinas para dar la batalla sindical por la representación de los trabajadores sindicalizados del ayuntamiento de Puebla y recuperar la titularidad del contrato colectivo.
Pacheco Velázquez, actual funcionario estatal en la Secretaría de Infraestructura, alienta a sus ex compañeros de trabajo y ex integrantes del comité ejecutivo para verse de frente con sus detractores.
Son varios los funcionarios municipales de Pepe Chedraui y uno que otro regidor -ahora de Morena, que en el periodo morenovallista lo echaron de la dirigencia sindical y lo encarcelaron.
Pacheco Velázquez es hechura de Mario Marín Torres cuando éste fue presidente municipal de la ciudad capital, a quien convirtió en líder sindical de los trabajadores del ayuntamiento el 2 de julio de 2001.
Pacheco, como ocurrió con todos los dirigentes que emergieron a la sombra del PRI, reformó los estatutos del sindicato para erigirse como líder vitalicio, herencia que siguen a pie juntilla los actuales dirigentes.
Israel Pacheco fue el secretario general del sindicato durante las gestiones de los gobiernos municipales priístas de Mario Marín Torres, Enrique Doger Guerrero y Blanca Alcalá Ruiz.
En 2014 fue aprehendido por los delitos de enriquecimiento ilícito, extorsión y secuestro, y obtuvo su libertad en 2018 con un recurso de amparo (53/2018) al apelar las dos sentencias, y la Primera Sala en Materia Penal desechó las acusaciones.
El gobernador Alejandro Armenta lo calificó como un “perseguido político” del viejo régimen: “sirvió al poder y a los que sirvió, lo abandonaron”, declaró el mandatario al referirse a Pacheco como su “amigo”. Armenta lo visitó más de una vez cuando estuvo en prisión.
En la revancha de Israel Pacheco para retomar el control del sindicato único de empleados y trabajadores, serán sus seguidores y exdirigentes los que liberen la batalla.
Él, nuevamente se verá de frente con ex colaboradores de Tony Gali, que ahora son de Morena en el Gobierno del alcalde y empresario Pepe Chedraui.
En esta pugna que se avecina por la representación sindical y la titularidad del contrato colectivo, nuevamente los trabajadores y empleados sindicalizados quedarán como convidados de piedra.
Los dirigentes sindicales siguen siendo vitalicios, en la opacidad en el manejo de las cuotas sindicales, con decisiones verticales en eventos de simulación democrática, propio del más rancio “charrismo sindical” consentido por los alcaldes morenistas.