El sol comenzaba a emitir sus primeros rayos cerca de las 06:30 horas, y frente a la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas empezaron a reunirse integrantes del colectivo Voz de los Desaparecidos, quienes momentos después iniciaron una jornada de localización en Chalchicomula de Sesma.
Al lugar donde se reunió el pequeño grupo acudió 24 HORAS para acompañar a las madres, padres y hermanos de personas desaparecidas que abordaron una miniván con la esperanza de encontrar algún indicio –por pequeño que fuera–, que los ayudara a dar con el paradero de sus seres queridos.
Resguardados en la unidad de la Comisión Estatal viajaban Fidel, Francisca, Susan y María Luisa, quienes tras casi dos horas de recorrido, se encontraron con Jesús, conocido como "El Güero", un hombre de 35 años que desde hace siete meses busca a su hermano Gregorio, desaparecido en este municipio ubicado en la región centro-oeste del estado.
Portando una gorra con la leyenda “Hasta encontrarles”, Jesús caminaba en una zona limítrofe del estado –cuyo nombre se pidió no publicar por seguridad–, junto al colectivo y cuerpos de seguridad. Ahí, un olor fétido y la presencia abundante de moscas lo alertaron, haciendo que creyera haber encontrado finalmente a su hermano.
Sin embargo, la realidad fue otra. Las moscas condujeron al grupo a una cueva con características similares a una galería minera abandonada. Según explicaron los bomberos, el lugar contaba con tres accesos interconectados.
Pese a la esperanza inicial, en el sitio no se encontraron rastros del cuerpo de Gregorio ni de ninguna otra persona. Con lágrimas en los ojos, brazos cruzados y pulso acelerado, Jesús pidió aprovechar la visita de la Comisión para acudir a otro punto donde “le habían dicho” que podría estar su hermano. El grupo caminó 20 minutos más hasta llegar a una barranca.
"Este lugar ya lo había visitado antes, pero como no tengo el equipo adecuado para bajar, es imposible recorrerlo yo solo", mencionó "El Güero" con un nudo en la garganta.
En presencia de los familiares y personal de la Comisión, tres bomberos descendieron la barranca usando equipo especial. Una vez abajo, comenzaron los reportes.
"Jefe, hay rastros de pelaje y bastante calzado... ¿Me copian?”, informó por radio uno de los bomberos desde el fondo.
Los integrantes del colectivo no se mostraron sorprendidos; solo pidieron a los bomberos continuar explorando para encontrar posibles restos humanos.
Después de tres horas de exploración, los rescatistas subieron con las manos vacías: ningún rastro, hueso o señal que diera a Jesús o a los demás familiares algo de tranquilidad.
A pesar del cansancio y el hambre, los integrantes tenían fuerzas para seguir. Todos tenían un rostro de esperanza, pero en Jesús predominaba la tristeza y la incertidumbre.
Cerca de las 16:00 horas, el grupo se dirigió al predio donde antes se encontraba la Central de Abasto del municipio, pero ahí solo hallaron bodegas clausuradas por la Fiscalía General del Estado (FGE).
En el lugar revisaron cada piedra, exploraron las líneas de drenaje y recorrieron los campos cercanos, pero nuevamente no hallaron indicios.
En medio del silencio, una voz rompió la quietud:
“¿Y ahora, dónde los buscamos?”, dijo Jesús, quien aún tiene posibles escenarios para seguir la búsqueda de su hermano.
Con el atardecer cayó también el fin de la jornada. Aunque el recorrido no fue exitoso, Voz de los Desaparecidos, la Comisión Estatal de Búsqueda y Jesús continuarán buscando a Gregorio en otro municipio.