Aunque ya fueron sofocados, los incendios forestales que azotaron los municipios de Libres y Tlachichuca, en Puebla, dejaron una afectación total de 2 mil 400 hectáreas de áreas naturales.

Según el Centro Nacional de Manejo del Fuego de la Conafor, ambos siniestros fueron los más extensos registrados en el estado en lo que va del año, con consecuencias ambientales severas.

El primer incendio, originado el 14 de abril en el cerro del Palmar, Libres, fue controlado el 19 de abril a las 18:15 horas, tras colaboración con Tlaxcala.

Durante cinco días, el fuego consumió 900 hectáreas de vegetación, impactando directamente al ecosistema y acabando con la vida de especies silvestres, como conejos, aves y hasta un ciervo.

Mientras tanto, el segundo incendio en el cerro Gordo, Tlachichuca, comenzó el 13 de abril y fue declarado extinto a las 16:20 del 19 de abril por autoridades estatales.

Este segundo siniestro arrasó con 1,500 hectáreas más, donde participaron en su control elementos de Protección Civil, brigadas Coyotes y diversos voluntarios comunitarios.

En total, las áreas naturales destruidas alcanzaron 2,400 hectáreas, lo que representa una grave pérdida ambiental para Puebla y evidencia la vulnerabilidad de sus zonas forestales protegidas.

Adicionalmente, otros seis incendios afectaron 266 hectáreas en distintos puntos de la entidad, ya liquidados pero con impactos ambientales importantes en ecosistemas locales.

Destacan los de San Nicolás, en el Área Natural Protegida Izta-Popo, con 100 hectáreas dañadas, y Ozolco, en San Andrés Calpan, con 50.5 hectáreas más.

También se reportaron daños por incendios en Tepexco (100 hectáreas), Lafragua (14 hectáreas) y Zacatlán, donde el siniestro afectó 2.38 hectáreas de bosque.

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