Al menos 56 civiles fueron ejecutados tras los recientes ataques de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en Um Kadadah, ciudad recuperada por estos paramilitares en Darfur, al oeste de Sudán.
Los hechos ocurrieron entre jueves y sábado, según informó el comité de resistencia local, que también denunció violaciones generalizadas, desplazamientos forzados y la desaparición de 14 personas tras la toma del control por parte de las FAR.
Este grupo, liderado por Mohamed Hamdane Daglo, mantiene una guerra abierta contra el ejército nacional, encabezado por el general Abdel Fattah al-Burhane, desde el 15 de abril de 2023, generando una crisis humanitaria severa.
Las FAR anunciaron el jueves la reconquista de Um Kadadah, ubicada a 180 kilómetros de El-Facher, la capital de Darfur Norte, ciudad que aún está bajo control militar y se encuentra asediada desde mayo de 2024.
El domingo, el comité local reveló los nombres de las víctimas, entre las que se encontraba el director del hospital regional. La ONU ha alertado que podrían haber muerto más de 100 personas en los últimos ataques.
Los campos de desplazados internos de Zamzam y Abou Chouk también fueron bombardeados por vehículos de combate de las FAR, según denunció Adam Rajal, vocero de la Coordinación de Desplazados y Refugiados en Darfur.
El organismo confirmó la reanudación de combates en El-Facher, donde viven cerca de dos millones de personas, la única capital provincial de Darfur aún en manos del ejército.
El conflicto ha provocado decenas de miles de muertos, más de 12 millones de desplazados y lo que la ONU define como la peor crisis humanitaria reciente en África.
La comunidad internacional mantiene silencio, mientras se agrava una guerra que desangra al país, sin soluciones diplomáticas a la vista y con violaciones sistemáticas de derechos humanos.