Nadine Heredia, ex primera dama de Perú, llegó a Brasil tras recibir asilo político, a pesar de haber sido condenada a 15 años de prisión por lavado de dinero.
Heredia fue sentenciada junto a su esposo, el expresidente Ollanta Humala, por recibir aportes ilegales de Odebrecht y del gobierno de Venezuela durante campañas presidenciales.
Ambos fueron encontrados culpables de complicidad y financiamiento ilícito en las elecciones de 2006 y 2011, y se les impuso una pena de 15 años de prisión.
Según medios internacionales, Heredia viajó a Brasilia en un vuelo oficial de la fuerza aérea brasileña, acompañada por su hijo menor de edad.
La cancillería peruana confirmó que la ex primera dama pidió asilo en la embajada de Brasil en Lima el martes, antes de recibir el salvoconducto.
El gobierno del presidente Lula da Silva facilitó el traslado, lo que ha generado tensión diplomática entre Perú y Brasil por la protección otorgada.
La jueza peruana declaró que Heredia recibió dinero ilícito de Odebrecht y del entonces presidente venezolano Hugo Chávez, a cambio de favores políticos.
Durante el juicio, se presentaron pruebas de transferencias bancarias irregulares, vínculos con funcionarios brasileños y uso de fondos ilícitos en campañas.
El gobierno peruano considera el caso una victoria judicial contra la corrupción política de alto nivel, aunque la fuga de Heredia genera controversia internacional.
En tanto, la defensa de Heredia alega persecución política, argumento usado para justificar su solicitud de asilo humanitario ante Brasil.
El caso podría escalar a organismos internacionales si Perú decide apelar ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.