Durante 17 años, Susana Sedano Posadas ha buscado a su hermano José María, quien fue visto por última vez el 2 de abril de 2008, en su casa de la colonia Miguel Hidalgo de la ciudad de Puebla.


La semana pasada, Susana se sumó a la jornada de búsqueda organizada por el colectivo Voz de Los Desaparecidos en el municipio de Chalchicomula de Sesma, con la esperanza de tener algún indicio del paradero de su hermano.

José María Sedano Posadas desapareció después de que salió en bicicleta a buscar trabajo; se fue con su mochila y le dijo a su mamá que “ahí le encargaba a su esposa y a sus hijos, que estaban muy chiquitos”, dijo Susana.


El joven tenía 24 años cuando su familia dejó de verlo. Hoy, José María tiene 40 años de edad y en diciembre próximo cumplirá 41.

“A nosotros lo que nos queda es seguir buscándolo y mantener viva la esperanza, no la perdemos pues nuestra finalidad es poder sepultarlo dignamente”, señaló Susana.

Desde el 2018, esta mujer buscadora se unió al colectivo Voz de los Desaparecidos, encabezado por María Luisa Núñez Barojas; durante estos siete años, Susana y su familia no ha encontrado ningún rastro de su hermano.

“Al principio las autoridades no lo buscaron, los primeros años no se buscó porque en ese tiempo no existía la Ley Estatal de Búsqueda, ni la Comisión de Búsqueda y mucho menos la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada”, mencionó.

Junto con María Luisa Núñez y los integrantes del colectivo, promovieron estas reformas, para garantizar los derechos humanos de las personas no localizadas.

“Nosotros impulsamos todo eso (…) Hasta 2018, cuando presentamos la denuncia por desaparición de mi hermano, la Fiscalía la había tomado únicamente como un pre-reporte y solamente le hablaban a mi mamá para saber si había aparecido”, dijo.

Durante estos años, Susana se convirtió en mamá, pero le ha sido difícil superar la depresión y la tristeza que le provoca desconocer el paradero de José María, a quien busca sin parar pero, lamentablemente, sin éxito.

Incluso, ha visitado las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO) de toda la entidad poblana. En algunas ocasiones, le dijeron que no contaban con carpetas de investigación de la fecha en la que desapareció José María.

“A veces me iba yo cada ocho días, me encerraba sola, unas dos o tres horas, a veces nada más me decían, ‘ahí están las carpetas, búscale’, y a mí me tocó revisar todas las carpetas”, remarcó.

De acuerdo con Susana, el caso de su hermano José María aún no está concluido, pues siguen sin localizarlo. Sin embargo, la buscadora mencionó que ya no ha regresado a la Fiscalía General, pues, asegura, la han revictimizado más de una vez.

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