Gérard Depardieu, leyenda del cine francés, fue condenado a 18 meses de prisión en suspenso por agredir sexualmente a dos mujeres durante un rodaje en 2021, en un caso con ecos del movimiento #MeToo.
El tribunal correccional de París también le impuso dos años de inhabilitación para cargos públicos y ordenó registrar su nombre como delincuente sexual. La condena coincide con el inicio del Festival de Cine de Cannes, donde Juliette Binoche, presidenta del jurado, declaró: “No es un monstruo, es un hombre desacralizado”.
Los hechos ocurrieron durante la grabación de la película Les Volets Verts. Amélie, decoradora de 54 años, y Sarah (seudónimo), ayudante de dirección de 34, lo acusaron de acoso y agresiones sexuales.
Amélie relató que el actor la sujetó con fuerza por las caderas y la acosó verbalmente. Sarah aseguró que Depardieu le tocó los pechos y glúteos pese a su negativa. El actor negó las acusaciones y defendió su inocencia.
Su abogado pidió la absolución, calificando a las denunciantes como “cuentistas” al servicio de una “organización de feministas rabiosas”. Depardieu no asistió a la lectura del fallo, ya que se encuentra en Portugal filmando con Fanny Ardant.
El caso ha reavivado el debate sobre violencia sexual en el mundo del espectáculo en Francia. Una comisión parlamentaria propuso recientemente 90 medidas para combatir estas conductas, que calificó de “sistémicas y persistentes”.
Una veintena de mujeres ha acusado a Depardieu de comportamientos similares. La mayoría de los casos fueron archivados por prescripción legal.
Brigitte Bardot, de 90 años, defendió públicamente al actor. Mientras tanto, el juicio representa un punto de inflexión para la industria cultural francesa.