En un emotivo llamado tras el rezo del Regina Coeli, el Papa León XIV pidió un cese al fuego global y alertó sobre un nuevo espectro de muerte.
Desde el balcón central de la Basílica Vaticana, el Pontífice afirmó que el mundo está nuevamente bajo la amenaza de una guerra mundial, evocando los horrores de la Segunda Guerra Mundial.
“¡Nunca más la guerra! Paz justa y duradera”, declaró el Papa ante más de 100 mil fieles, reiterando el llamado lanzado en múltiples ocasiones por su predecesor, el Papa Francisco.
En un mensaje firme y conmovedor, León XIV recordó los conflictos activos en Ucrania, Gaza, India y Pakistán, instando a los líderes globales a detener las hostilidades y negociar acuerdos de paz sostenibles.
“Llevo en el corazón el sufrimiento del amado pueblo ucraniano. Que los prisioneros sean liberados y los niños regresen a casa”, afirmó con voz serena, frente a miles de peregrinos.
Sobre el conflicto entre Israel y Palestina, exigió un cese inmediato del fuego en Gaza, el envío urgente de ayuda humanitaria y la liberación de todos los rehenes.
Respecto a la reciente tregua entre India y Pakistán, expresó satisfacción y esperanza: “Que las próximas negociaciones logren consolidar una paz duradera”, subrayó el Sumo Pontífice.
El Papa también mencionó los conflictos olvidados que golpean a otras naciones, e hizo un llamado espiritual: “Confío esta súplica a la Reina de la Paz, para obtener el milagro”.
Con motivo del Día de la Madre, León XIV envió un mensaje emotivo: “Saludo a todas las madres, incluso a las que están en el cielo. ¡Feliz Día de la Madre!”
El Papa saludó con entusiasmo a peregrinos de países como España, Panamá, Malta, Estados Unidos e Italia, reunidos para esta significativa aparición en la Plaza de San Pedro.
Finalmente, rememoró el 8 de mayo de 1945, día en que concluyó la Segunda Guerra Mundial, y exhortó a no olvidar la historia para impedir que el mundo repita sus tragedias.