La cineasta Laura Plancarte presenta Sueño mexicano (2023), su nuevo largometraje documental que explora la migración, la maternidad y los sueños personales en medio de la adversidad.
Desde Londres, Plancarte conversó con 24 HORAS sobre el origen de esta producción, nacida tras el impacto emocional que tuvo al filmar su anterior película Non Western en Estados Unidos.
“Sueño mexicano fue mi manera de volver a México. Quise contar una historia protagonizada por una mujer fuerte, alejada de los estereotipos tradicionales de la mujer mexicana”, señaló.
La directora lanzó una convocatoria informal entre amigas y conocidas en México para encontrar a la protagonista ideal. Así conoció a Malena, una mujer cuya historia desafía etiquetas.
El rodaje inició durante la pandemia, por lo que Plancarte le envió equipo técnico a Malena y dirigió a distancia vía Zoom. Luego, pudo visitarla en su comunidad.
A lo largo de dos años, la relación entre cineasta y protagonista se volvió íntima. Juntas desarrollaron una escaleta basada en vivencias reales, con la participación de los hijos de Malena.
Plancarte destacó el valor de que personas no actrices se interpreten a sí mismas, lo cual requiere confianza profunda y un equipo técnico reducido para preservar la autenticidad.
La cineasta considera Sueño mexicano un parteaguas creativo y humano. “Esta película se la dediqué a mi madre. Las madres hacen lo mejor que pueden, aunque no sean perfectas”, afirmó.