Miembros del magisterio disidente incendiaron un edificio del SNTE, horas después de que Claudia Sheinbaum pidiera a la CNTE deslindarse de grupos provocadores.
El ataque ocurre tras el intento violento de ingresar a la Secretaría de Gobernación, protagonizado por un pequeño grupo, según la presidenta. Sheinbaum pidió a los docentes deslindarse o asumir su responsabilidad.
Durante su conferencia, la mandataria reiteró que su gobierno está en contra de la violencia y señaló que las acciones del miércoles fueron un intento de provocar represión.
La Sección 22 de Oaxaca, perteneciente a la CNTE, comenzó a retirarse del plantón instalado en el Zócalo. Sin embargo, la escalada violenta se mantiene con bloqueos, incendios y enfrentamientos.
Especialistas señalan que el magisterio disidente percibe debilidad en el gobierno federal. El académico Gustavo López Montiel indicó que la proximidad de la elección judicial obligó a un manejo permisivo.
“Fue un momento político delicado para la presidenta. Eso evitó que se desactivara el plantón con la fuerza que se ha usado en otros sexenios”, señaló.
El consultor Jorge Aljovín afirmó que los conflictos aumentarán, ya que el magisterio busca marcar la pauta con el nuevo gobierno. “Fue una prueba de fuego para Sheinbaum”, dijo.
Ambos analistas coinciden en que la CNTE identifica diferencias entre el trato recibido por López Obrador y el actual gobierno, y busca aprovecharlas políticamente.
La SEP y el ISSSTE también condenaron los actos vandálicos. No obstante, el diálogo con la Coordinadora continúa, aunque con mayor tensión.