La noche del lunes, un ataque armado estremeció a la colonia Miguel Hidalgo. Dos personas fueron ejecutadas a balazos en una antojería, cerca de la Iglesia de San Antonio.

El hecho ocurrió alrededor de las 22:00 horas, cuando una camioneta negra se estacionó frente al local. Dos hombres descendieron y dispararon a quemarropa contra una pareja recién llegada.

Testigos aseguran que los agresores gritaron “¡Ya les cayó La Barredora!”, lo que apunta a la participación de la célula criminal Operativa Barredora en el crimen.

Los atacantes huyeron sin dejar rastro. Clientes y vecinos escaparon del lugar aterrados. Cuando llegaron los servicios de emergencia, las víctimas ya no tenían signos vitales.

La zona fue acordonada y resguardada por elementos policiales, mientras peritos realizaban las diligencias para recabar evidencias balísticas y testimonios clave.

Hasta el momento, las autoridades no han confirmado la identidad de las víctimas. Sin embargo, versiones extraoficiales sugieren vínculos con actividades delictivas.

La Fiscalía General del Estado inició la investigación. Se desplegaron operativos de búsqueda para localizar a los responsables del doble homicidio.

El crimen pone en evidencia el nivel de impunidad y la presencia del crimen organizado en zonas antes consideradas tranquilas de la capital poblana.

La violencia se normaliza y los grupos criminales asumen roles de justicia, ante la ausencia efectiva del Estado.

El mensaje es claro: en Puebla, la violencia no se detiene y los ciudadanos viven bajo una creciente amenaza.

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