Alondra Peña descubrió que era bisexual en el silencio. Las historias de sus amigos homosexuales y lesbianas le ayudaron a identificar que lo que ocurría en ella era verdadero: podía sentir atracción física y afectiva por personas de su mismo sexo, pero también por personas de género distinto.
El contexto que la rodeaba en su niñez y adolescencia era machista y heteronormado, sumado a la tradición religiosa familiar, que le hizo cuestionarse muchas veces si su bisexualidad era real o si solamente estaba confundida. Sin embargo, actualmente Alondra ha encontrado formas de habitar el mundo desde su diversidad.
“Entonces ¿le tiras a los dos bandos?”, le preguntó su mamá, con un tono camuflado, en un momento de incomodidad. La respuesta de Alondra fue inmediata: “sí, me gustan los hombres y las mujeres”.
La respuesta de su madre fue invalidante y, de cierta manera, dolorosa, a pesar de que Alondra la intuía: “Eso no existe, son modas que se inventan los jóvenes”.
La joven nunca imaginó que al aceptar su bisexualidad, su vida estaría llena de estigmas y prejuicios respecto a su orientación sexual.
De acuerdo con Karen Morales, fundadora de Colectiva Bisexualas de Puebla, las personas con esta orientación sexual, son altamente cosificadas, las llaman promiscuas y sucias, bajo ideas como: “si es bisexual, quién sabe en qué andará metida” o “las personas bisexuales son las que más transmiten enfermedades, porque se acuestan con todos y todas”, señaló.
La activista aseguró que no existe una comprensión real y total sobre las violencias a las que se ven sometidas las personas bisexuales “y de lo estigmatizados que somos, esto provoca que no se impulse una identidad política tan fuerte como con otras de las letras LGBTIQ+”, afirmó en entrevista con este medio.
Resaltó que en Puebla existen diversas agrupaciones que se encargan de contener a las personas que sufren violencia. De hecho, el Colectivo Bisexualas realiza círculos de reflexión y dinámicas entre mujeres, para elaborar dinámicas distintas a la heteronorma, que socialmente se impone como obligatoria.
“Es importante que entre mujeres diversas nos sostengamos, formar una red de apoyo, sabiendo que no tiene nada de malo ser como somos, solamente así podremos tener mayor fuerza política y que nos volteen a ver”, aseguró.
Cabe mencionar que, de acuerdo con el último estudio del Inegi sobre la población LGBTQ+ de 2023, del total de la población de 15 años o más en el país, el 51.7% se auto identificó como bisexual, es decir 2.4 millones de personas