El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que las negociaciones nucleares con Irán se reanudarán la próxima semana, tras los recientes bombardeos conjuntos con Israel en Medio Oriente.
Desde La Haya, Trump aseguró que están cerca de “firmar un acuerdo” con Teherán, lo que marcaría una nueva fase diplomática tras un cese al fuego declarado hace dos días.
La ofensiva estadounidense e israelí destruyó instalaciones clave del programa nuclear iraní en Natanz, Fordo e Isfahán, según confirmó la Casa Blanca. Trump afirmó que Irán no fabricará armas nucleares “en mucho tiempo”.
Sin embargo, un informe de inteligencia de Estados Unidos contradijo esa versión. Según el reporte, el programa nuclear iraní solo se retrasó unos meses, lo que pone en duda la efectividad de los ataques.
El ejército israelí calificó la operación como un “golpe contundente”, aunque admitió que aún es temprano para medir su impacto estratégico. El saldo humano es devastador.
Irán reporta al menos 627 muertos y 5 mil heridos, la mayoría civiles. En Israel, las autoridades contabilizan 28 fallecidos.
Ante la crisis, el Parlamento iraní suspendió su cooperación con el OIEA, acusando al organismo de actuar con parcialidad. La decisión incrementa la tensión internacional.
En el terreno, Israel desplegó comandos terrestres secretos, según confirmaron fuentes oficiales. Mientras tanto, la sociedad iraní se divide entre la esperanza y la desconfianza.
Trump aprovechó su comparecencia para exigir el fin del juicio por corrupción contra su aliado, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, calificándolo de “caza de brujas”.